

* ¿Qué destaca del informe de Proyecto Educar 2050?
- Nuestros números, que tienen como base los informes anuales de la Unesco, indican que la escuela secundaria en la Argentina tiene hoy una tasa de egreso de aproximadamente uno de cada dos alumnos. Es decir, que el 50% de los chicos que ingresan en el secundario no lo termina. Y si se hace el corte sobre los que ingresan en primero grado, sólo terminan 31 de cada 100 chicos en los 12 años de educación obligatoria de la Argentina.
* Eso en cuanto a la cantidad. ¿Qué hay de la calidad educativa?
- Las evaluaciones de calidad internacionales las lleva adelante la OCDE (NdR: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) mediante las pruebas Pisa. Los resultados ubican a la Argentina en el puesto 58 sobre 65 países en lectura, ciencias y matemáticas. En las tres disciplinas exhibimos capacidades muy deficientes, lo cual obviamente impide que los chicos tengan una buena salida al mercado laboral.
* ¿Qué tipo de deficiencias?
- La más grave es que el 52% de los adolescentes evaluados no comprende lo que lee. Si no manejan una habilidad tan básica como la comprensión lectora, tenemos un problema de raíz serio. De hecho, del 2000 al 2006, la Argentina fue el país que más bajó en el ránking. En la última década no hemos avanzado nada.
* ¿Qué impacto tuvo la nueva Ley Nacional de Educación, implementada en 2006?
- Yo creo que la ley es buena y celebro que la Argentina haya discutido y se haya puesto de acuerdo en tener una ley nacional. Tendrá algunos matices que corregir, pero fija pautas y metas generales que son muy positivas. Otros puntos a destacar son el notable aumento de la inversión educativa, que hoy alcanza el 6,4% del PBI, y el programa de distribución de netbooks. Lo que no estamos consiguiendo obtener son resultados ante tanta inversión.
* ¿Qué responsabilidad tienen la familia?
- Creo que como sociedad tenemos una materia pendiente. La primera responsabilidad es de la familia. Somos el agente natural y primario para educar. Si tenemos un problema de estas dimensiones, quiere decir que los padres estamos mirando para el otro lado. Por eso creo que éste debe ser un tema prioritario, a largo plazo y sin colores políticos.
* ¿Cómo se revierte esta situación?
- Lo primero que hay que lograr es un gran acuerdo suprapartidario para impulsar un plan integral de educación que abarque a todos los actores, desde los más chicos hasta los docentes. En segundo lugar, pienso que el problema está muy ligado a la calidad educativa. Es decir, el chico que abandona el secundario arrastra una deficiencia desde el nivel inicial. El otro aspecto fundamental es realizar un monitoreo serio para poder cumplir las metas propuestas.
* ¿Cómo se contiene al casi millón de chicos que no estudian ni trabajan?
- Desde el punto de vista educativo, tenemos que lograr un nuevo secundario, que seduzca a los chicos a quedarse en la escuela. Hoy el sistema de la escuela secundaria es el mismo desde hace un siglo atrás. Por otra parte, existen programas de recuperación para chicos que han abandonado la escuela, incluso aquellos con sobre-edad, que funciona con éxito.
* ¿Cómo salimos parados en la comparación regional?
- En calidad educativa, la Argentina está en el sexto puesto en América Latina. En las pruebas Pisa nos han superado los países vecinos que solían admirar nuestro nivel educativo. Hay otros guarismos que llaman la atención: por ejemplo, mientras que del 2000 al 2006 la Argentina fue el país que más bajó en el ránking, Chile fue el que más subió. Y no estamos hablando de Japón o de la India; Chile está acá al lado.
* Muchos funcionarios nacionales desestiman las estadísticas de la OCDE
- Ahí tenemos un problema, porque las evaluaciones son serias y adoptadas por países vecinos muy similares culturalmente a nosotros. Cuando uno está enfermo y se hace un estudio, puede romper el termómetro o las radiografías, pero así no va a lograr curarse.
* ¿Cuál es su diagnóstico de la educación argentina?
- Creo que la Argentina se tiene que despabilar. Tenemos un problema enorme que no estamos viendo. El gran cambio va a venir de la sociedad civil si logramos poner este tema como prioritario. La sociedad tiene que despabilarse y tomar el desafío de la educación como una epopeya. z we










