

Los rumores dieron paso a las desmentidas pero, como siempre sucede con los rumores, las desmentidas muchas veces tienden a funcionar como el mejor fertilizante. En este caso, todo se ha dado en torno al delicado estado de salud en que se encuentra el presidente venezolano Hugo Chávez, en medio de su tratamiento por un cáncer diagnosticado en julio del año pasado. Una de sus últimas ausencias para tratarse en Cuba -de casi dos semanas- fue mucho más larga de lo acostumbrado y las especulaciones no tardaron en salir a la luz.
"Me sacaron la sangre hoy y salí bien en todos los exámenes y me sigo recuperando", dijo el bolivariano en un contacto telefónico abierto con el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, a través del cual dio fe de que se encuentra bien. Además, se difundieron fotos y videos donde aparecía jugando a las bochas con su canciller y el ministro de Salud. "¿Qué podemos hacer con estos laboratorios de rumores?", se preguntó. Acto seguido, se respondió a sí mismo: Habrá que salir a desmoronarlos". Eso hizo justamente esta semana, cuando desde Cuba y vía telefónica afirmó que en breve se incorporará a la campaña presidencial. Pero las dudas siguen.
"Lo primero es aclarar que las informaciones en torno a un problema terminal no son fidedignas", dice el politólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela y director de Visor 360° Consultores, Micmer Evans.
"Ahora, si analizamos el factor enfermedad y el papel que esto ha jugado en la campaña, podemos decir que sí ha generado una nueva estrategia, y que la campaña está siendo abordada desde otra perspectiva". Evans es un intelectual que apoya al chavismo, pero es conocido por plantear también críticas al interior del proyecto. Hoy, pone el acento en que las noticias sobre la mala salud del Presidente están siendo fuertemente aumentadas. Aún así, acepta que el cáncer de Chávez es más que un detalle en la carrera hacia el Palacio Miraflores, prevista para el 7 de octubre.
¿Elecciones sin Chávez?
La semana pasada el diario caraqueño El Nacional divulgó un encuentro de coordinación de las actividades de campaña para los cinco meses que quedan antes de las elecciones. Según se informó, además del "curso normal de las cosas" (un Chávez en campaña y a la cabeza del partido) también se barajan las posibilidades de su deceso y la eventual suspensión de los comicios.
En cuanto al sistema político, el orden está claro. Ante la eventual muerte del primer mandatario, el vicepresidente -hoy, Elías Jaua- deberá asumir el poder y llamar a elecciones, ya sea que esto ocurriese antes o después de los comicios de octubre, o antes o después del inicio del nuevo gobierno, en 2013.
"Es cierto que la salud de Chávez está delicada, el problema es que es difícil saber cuán delicada está. Si bien en Venezuela no se puede tener un cerrojo a la información como el que existe en Cuba, hay cosas que son muy difíciles de saber con certeza", dice el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León. "Chávez ha pasado mucho tiempo fuera del país, estando ausente de la campaña, pero al mismo tiempo ha dejado muchos fondos libres para el gasto. Entonces, si bien ha habido un vacío de Chávez, no ha habido vacío de poder ni en el manejo de la gestión".
Para León, quien además es asesor del candidato opositor, Henrique Capriles, la enfermedad de Chávez lo ha ayudado en la campaña: "Su popularidad subió 10% cuando se dio a conocer, y esto se ha mantenido. A la hora de hablar de una eventualidad donde su salud lo dejara fuera de carrera, sostiene que el gran temor es que la sucesión se dé de mala manera. "Las peleas internas por el poder son feroces y una disputa a poco de las elecciones podría ser explosiva e, incluso, violenta", afirma. "Todo depende del sustituto y por ahora no se ve ninguna figura especialmente clara".
En efecto; al momento de definir las internas hay poca claridad sobre quiénes podrían quedarse con la mejor parte, ya que nadie parece destacarse como sucesor o, al menos, contar con la bendición explícita de Chávez.
Con todo, son varios los nombres que circulan alrededor de la figura del presidente bolivarianno. Dentro del Gobierno están el canciller Nicolás Maduro, Jaua, el vice, y el ministro de Energía, Rafael Ramírez; en el Parlamento, Cabello; y el círculo familiar también hace su aporte con Adán Chávez, hermano de Hugo y actual gobernador del estado de Barinas, y su hija María, convertida en una de sus principales asesoras desde su rol de primera dama.
Si bien su perfil se ha hecho más visible, de precipitarse los hechos, a María Chávez le juegan en contra sus jóvenes 32 años.
En todo caso, si hay alguien que corre con ventaja en el grupo, éste parece ser el canciller Maduro. El funcionario, de origen sindical, ya es "la voz" del Presidente en los foros extranjeros, toda vez que Chávez ha estado impedido de asistir a citas internacionales.
Según Datanálisis, tendría una intención de voto de casi 30%. Aunque habría que verlo en campaña y con el apoyo de Chávez.
A la hora de hablar de las divergencias internas, Evans disiente con León y opina que la enfermedad del Presidente ha servido para instalar una discusión que ya se venía dando, acelerando un proceso de debate en torno a la horizontalización del movimiento y a la toma de decisiones dentro del mismo. "Aunque esto ya estaba planteado, ahora es más urgente", dice. "Por ejemplo, la pregunta que se hace el Gran Polo Patriótico es cómo sería un gobierno de Chávez más allá de Chávez. La campaña va en ese sentido, con lemas como que cada uno es un Chávez porque todos somos Chávez. Y se han afirmado tres máximas entre sus partidarios: no hay que temer al tratamiento, la revolución continúa y aún quedan tareas pendientes", relata.
De cara a octubre, Evans sostiene que "la oposición está desperdigada y por ahora Chávez parece que se presentará y que ganará. Sólo una encuesta da un empate técnico, y con cinco puntos de ventaja de Chávez. El resto es todo a favor del Presidente, con ente 15 y 20 puntos de ventaja".
Sobre las posibilidades de su contrincante, el analista es lapidario sobre Capriles: "Las estrategias de mimetización, tratando de acercarse al mundo popular, no han surtido efecto. La misma oposición lo ve confundido y no parece convencer más allá de su electorado cautivo". Uno de los errores de Capriles, afirma, ha sido su idea de no confrontación. "La verdad es que confunde. El electorado venezolano gusta del debate y, ante la ausencia, no parece inclinarse por la que parecía ser la gran esperanza opositora.
Un poco a su pesar, León admite en parte este análisis. "Ahora Chávez está 13 puntos encima de Capriles y un suceso político como su muerte probablemente le daría más fuerza a quien sea elegido como su sucesor que al candidato opositor. Lo que Capriles puede hacer respecto de la salud del Presidente va por el lado de que él vendría a representar la juventud y el recambio, frente a un Chávez que está muy enfermo como para hacerse cargo del país. Aún no logra instalar esta idea con propiedad, pero faltan más de cinco meses y hay mucho que puede hacer", cierra. z we










