Los brasileños cambiaron la forma de reaccionar ante los vaivenes de la economía mundial. Al contrario de lo que sucedía hace diez años, el consumidor no deja de comprar los productos que le gustan cuando aprieta el cinturón. Al contrario, cambia de marca, cambia de producto, pero continúa comprando. Esa es la conclusión de la investigación Tendencias, realizada por la consultora Nielsen.

En el período analizado por el estudio (diciembre de 2010, enero y febrero de 2011), las ventas de alimentos y bienes de consumo en el mercado minorista continúan creciendo, pero en un ritmo más desacelerado que el del año pasado. En el total de las canastas de productos estudiadas, las ventas crecieron 3,2% en volumen. El año pasado, en esa misma época, la evolución había sido de 6,9%.

Es muy temprano para hablar de desaceleración del consumo. La base de comparación con el año pasado es muy alta y los consumidores continúan comprando, afirmó Arlete Soares Correa, gerente de análisis especiales de Nielsen.

En la investigación, los siete segmentos de productos analizados (bebidas alcohólicas, bebidas no alcohólicas, higiene y belleza, limpieza, comestibles dulces, comestibles salados y perecederos) aumentaron su volumen de ventas, pero en menor grado que en el mismo lapso de 2010. Las bebidas alcohólicas, por ejemplo, vendieron 2,3% más en volumen.

Pero el año pasado, en el mismo intervalo, el alza había sido de 9,9%. Otro ejemplo: las bebidas no alcohólicas crecieron 4% ahora. Pero el año pasado registraron un alza de 11,1%.

Dentro de una misma categoría de producto, el consumidor encuentra salidas más económicas y continúa comprando incluso en las épocas de alza de precios, como vivimos ahora, dijo Arlete. Es lo que sucede con yogurt o gaseosas, por ejemplo.

Décadas atrás, sólo se tenía la opción del litro o de la lata de gaseosa, o de bandejas de seis unidades de yogurt. Ahora la oferta de embalajes, variedades y tamaños es mucho mayor. Si el dinero no alcanza para comprar una, se puede llevar otra, explicó la gerente.

El informe de Nielsen también mostró que algunos productos expandieron ahora el volumen de ventas más que el año pasado. Es el caso de los chocolates, que en el período anterior sus ventas crecieron 2,1% y ahora subieron 9,9%. El aumento de las ventas de las carnes congeladas pasó de 6,3% a 14,1%. Las ventas de pastas subieron 14,9% frente a 4,6% el año pasado.

Las leches saborizadas, cuyas ventas habían subido 6,5% en el período anterior, ahora crecieron 21,7%. Son categorías que consideran practicidad, el concepto de hacer bien o sofisticación. Cuando las ventas de los productos de ese estilo continúan creciendo, es difícil hablar de desaceleración acentuada, afirmó Arlete.

En la comparación por regiones del país, en todas -con excepción del Gran San Pablo y del interior de San Pablo- las ventas presentaron un expresivo crecimiento, pero más bajo que el alcanzado entre diciembre de 2009 y febrero de 2010. Por ejemplo, en la región que engloba a Minas Gerais, Espírito Santo y Rio de Janeiro (excluyendo el Gran Rio) las ventas subieron 6%. En el período anterior, ese porcentaje había sido de 7,6%. En la región sur, crecieron ahora 6,7%, y en el intervalo anterior, el alza había sido de 8,3%.

En el nordeste, el crecimiento registrado fue de 3,4% ahora, contra 7,5% del mismo período de un año atrás. En tanto, en el Gran San Pablo y el interior paulista la suba fue de apenas 0,7%, cuando en el anterior período habían crecido 3,2% y 8,2%, respectivamente. Las regiones más desarrolladas son las que más se desaceleran, porque su potencial de crecimiento es menor que el de las áreas como el nordeste, donde existe más espacio para la expansión, dijo Arlete.