Cristian Klein, Letícia Casado y Cristiane Agostine
De San Pablo
En una nueva carta guardada para la recta final de la disputa al Palacio do Planalto, la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), llevó a su rival Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), a dar una explicación acerca de un episodio que vivió en abril de 2011 cuando se negó a hacer un test de alcoholemia en Rio de Janeiro.
El ex gobernador de Minas Gerais tenía el permiso para manejar vencido y rechazó hacer la prueba de alcohol.
El ataque de Dilma ocurrió en el segundo debate de cara a la elección del 26 de octubre, que realizó ayer SBT, la radio Jovem Pan y UOL, y refleja el clima de fuerte disputa que muestran las encuestas, con un empate técnico entre ambos candidatos.
Dilma no le preguntó sobre el tema directamente. Habló sobre el problema de las muertes en el tránsito y preguntó: ¿Quería saber que cree de la Ley Seca y si todo ciudadano tiene que hace el examen de alcohol y drogas si se lo solicitan (en los controles de tránsito)?”.
El tucano se defendió en tono vehemente, y se mostró arrepentido por el episodio que protagonizó en Rio. “Candidata, tenga coraje de hacer la pregunta en forma directa (…) Yo tuve un episodio sí, y lo reconocí. Paré en una Ley Seca (puesto de control) y mi carnet estaba vencido, y en aquel momento inadvertidamente no hice el examen, y me disculpé por eso. Como usted no se arrepiente de nada de lo que hizo en su gobierno, es importante que miremos para adelante. Vamos a hablar de Brasil”, dijo, y partió al contraataque.
“Explíqueme por qué mantiene nominado, por ejemplo, en Itaipu Binacional al tesorero de su partido, que recibía coimas para alimentar su campaña. No es posible que busque hacer la más baja de las campañas electorales”, sentenció Aécio.
A su turno, Dilma destacó la importancia de la Ley Seca para la prevención de las muertes en el tránsito. “Creo que nadie puede, sin sufrir consecuencias, manejar ni drogado ni alcoholizado. Yo no manejo bajo el efecto de alcohol o drogas. Es una cuestión que afecta a todos los brasileños”, retrucó.
La petista buscó llevar luego a Aécio a la defensiva como había hecho en el primer debate del segundo turno, el martes en la TV Bandeirantes, cuando lo acusó de practicar el nepotismo durante su gobierno en Minas Gerais, entre 2003 y 2010. Ayer retomó el tema, lo que elevó la temperatura de la discusión, tornando al debate el más acalorado desde el comienzo de la campaña.
En otro momento, Dilma citó una nota publicada momentos antes de iniciarse el debate, por el portal UOL, según la cual el ex presidente del PSDB Sergio Guerra, fallecido en marzo pasado, habría recibido coimas para vaciar una comisión de investigación sobre Petrobras. Aécio dijo que le parecía positivo que ella (Dilma) ahora creyera en las denuncias de Paulo Roberto Costa, ex director de Refinería y Abastecimiento de la estatal petrolera. Los testimonios de Costa ante la Justicia, en medio del proceso electoral, abastecieron el discurso del candidato socialdemócrata de que el gobierno federal es un “mar de barro”.