La presidenta Dilma Rousseff determinó que se cancelara el viaje programado para el próximo sábado de asesores del gobierno brasileño a Washington con el objetivo de preparar su visita de Estado a Estados Unidos prevista para octubre.
Aunque la naturaleza del viaje sea meramente burocrática y tenga la finalidad de evaluar temas referentes a la logística, seguridad y hospedaje, por ejemplo, el gesto fue interpretado como una señal clara de Rousseff de cancelar o al menos prorrogar el compromiso. El presidente estadounidense Barack Obama invitó a su par brasileña a una visita a Washington con las hornas de jefe de Estado.
Una nota publicada por valor el martes, mostró que el Palacio do Planalto examina la posibilidad de prorrogar esa visita.
La respuesta de Dilma a las denuncias de espionaje contra el gobierno brasileño de parte de Estados Unidos incluyen un duro discurso en la apertura de la 68 Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), prevista para el 24 de septiembre en Nueva York. Tradicionalmente, Brasil realiza el discurso de apertura.
Según informó Valor PRO, el servicio de noticias en tiempo real de Valor, el miércoles, el gobierno brasileño solicitó un encuentro bilateral para Rousseff con el presidente de China, Xi Jinping, en San Petersburgo, donde se realiza la cumbre del G-20, pero no con Obama. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que ambos mantengan una conversación informal en medio a las sesiones del G-20.