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La Armada Rusa llevó a cabo un significativo ejercicio militar en el Pacífico Norte, que incluyó el despliegue de submarinos nucleares, sistemas de misiles costeros Bastión y un extenso operativo aéreo y naval.

El operativo, que se desarrolla en las costas de Kamchatka y Chukotka, está bajo la supervisión del almirante Viktor Liina, comandante en jefe de la Flota del Pacífico. En total, participan al menos diez buques, aviones de combate, helicópteros y baterías costeras.

De acuerdo con el servicio de prensa de la Flota del Pacífico, el objetivo principal es probar la preparación de combate de las fuerzas y asegurar la protección de las rutas marítimas estratégicas en la región.

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El ejercicio coincide con la llegada a puerto del submarino nuclear K-554 Emperador Alejandro III, uno de los más modernos de la clase Borei-A, que regresó a Kamchatka tras más de tres meses de operaciones en el mar.

La propia Armada explicó que se trata del último entrenamiento del período de verano, centrado en operaciones de defensa, detección de submarinos enemigos simulados, lanzamientos de misiles antibuque y prácticas de defensa antiaérea. También se incluyen maniobras de interceptación de drones, cada vez más frecuentes en los conflictos modernos.

El Kremlin destacó que tanto los ejercicios actuales como las misiones anteriores forman parte de un plan de entrenamiento más amplio, que busca reforzar la vigilancia militar en aguas clave para Rusia y demostrar su capacidad de respuesta ante posibles amenazas.

Este movimiento militar ocurre pocos días después de que Moscú realizara junto a China una patrulla naval conjunta en el Pacífico Norte, reflejando el creciente nivel de cooperación estratégica entre ambos países en materia de defensa.