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Estados Unidos avanza con un nuevo megaplan militar que busca reforzar sus capacidades defensivas ante amenazas crecientes en distintos frentes del mundo. La propuesta genera preocupación entre analistas y gobiernos por su magnitud y enfoque.

El proyecto incluye una inversión de 150 mil millones de dólares y contempla el inicio del sistema "Domo de Oro", un escudo antiaéreo de alcance nacional impulsado por Donald Trump. Según sus impulsores, se trata de una "inversión generacional" que marcaría un cambio estratégico en la defensa continental de EE.UU.

Con este paquete, Washington apuesta a recuperar liderazgo militar global y responder a la evolución de amenazas como drones, misiles y ataques cibernéticos.

Fuente: Getty Images AsiaPacHandout

Qué es el "domo de oro" y cómo cambiaría la defensa en EE.UU.

El "domo de oro" es un ambicioso sistema de defensa aérea pensado para cubrir el territorio continental estadounidense. Su diseño se basa en el Iron Dome de Israel, que ha mostrado una eficacia superior al 90 % frente a cohetes y proyectiles enemigos.

En este caso, el desafío es mayor: Estados Unidos requeriría una estructura de defensa mucho más amplia, costosa y compleja, debido a su tamaño geográfico y al nivel de amenazas que enfrenta.

La iniciativa fue impulsada por el presidente Trump como respuesta a la proliferación de ataques con drones y misiles en conflictos recientes como Ucrania, el mar Rojo y Medio Oriente. Su implementación apunta a convertir a EE.UU. en un territorio blindado ante ataques de mediano alcance.

Aunque solo se han destinado 25 millones de dólares en esta etapa inicial, la apuesta forma parte de un presupuesto global de 150 mil millones, que marca una clara reorientación militar hacia la defensa doméstica.

¿Qué más incluye el plan de inversión militar de EE.UU.?

Además del "domo de oro", el paquete incorpora una serie de medidas destinadas a modernizar la industria militar y naval, con foco en tecnología, ciberseguridad y producción nacional.

Aspectos destacados:

  • Reconstrucción naval: reimpulso a la construcción de fragatas, submarinos y portaaviones.
  • Tecnología avanzada: desarrollo de sistemas espaciales y capacidades cibernéticas.
  • Mano de obra calificada: mejora salarial para técnicos especializados en astilleros y fábricas militares.

Esta nueva estrategia posiciona a Estados Unidos en un nivel de preparación sin precedentes, en un escenario global cada vez más inestable.