El aumento de las tensiones geopolíticas a nivel internacional encienden las alarmas de una posible Tercera Guerra Mundial. Estados Unidos y China son dos de los países más fuertes respecto al armamento militar, pero durante los últimos meses un país latinoamericano cobró fuerzas y demuestra su capacidad para defender su territorio.
No solo logró posicionarse como líder regional, sino que encabeza los rankings respecto a las capacidades que demuestran sus militares. Su autosuficiencia tecnológica y evolución de su industria demuestra un avance que podría alterar los equilibrios geopolíticos regionales.
Ni Estados Unidos ni China: el país latinoamericano que se prepara para la Tercera Guerra Mundial
De acuerdo con el más reciente ranking de Global Firepower, Brasil se consolidó como la nación con el ejército más poderoso de América Latina, ocupando el puesto número 11 a nivel mundial con un índice de poder militar (PwrIndx) de 0,2415.
Este liderazgo regional es resultado de un ambicioso proceso de modernización de sus Fuerzas Armadas que lo coloca por encima de todos sus vecinos. El país avanza en la incorporación de aviones de combate Gripen E/F, aeronaves tácticas KC-390 y en las pruebas de su primer submarino nuclear, un proyecto sin precedentes en la región.
Estos avances se complementan con una industria de defensa nacional consolidada, liderada por empresas como Embraer, Avibras y Ares, que fabrican drones, sistemas de misiles y equipos militares bajo estándares internacionales.
Los factores que explican su poder militar
- Más de 376.000 efectivos activos y una reserva superior a un millón de personas.
- Un presupuesto de defensa cercano a los 22.900 millones de dólares en 2023.
- Amplia infraestructura militar: vehículos blindados, artillería, fragatas, submarinos y sistemas de defensa terrestre.
- Capacidad de proteger sus recursos estratégicos y proyectar poder en la región.
¿Por qué Brasil podría ser una amenaza para las grandes potencias?
El crecimiento militar de Brasil no pasa desapercibido para potencias como Estados Unidos y China, que monitorean el desarrollo brasileño por su impacto en la estabilidad regional y en los equilibrios de poder.
La capacidad de producir tecnología militar propia convierte a Brasil en un actor emergente que puede influir en alianzas, acuerdos de exportación y estrategias de defensa en América Latina.
La combinación de modernización, autonomía industrial y proyección estratégica ubica a este país como la potencia militar indiscutida de la región en 2025, con un papel clave en el nuevo mapa geopolítico mundial.