Un renovado proyecto de ley ha vuelto a tomar fuerza en el Congreso de Estados Unidos con el potencial de transformar la vida de millones de inmigrantes indocumentados.
Se trata de la Ley DIGNIDAD 2025, una iniciativa bipartidista presentada por las congresistas María Elvira Salazar (republicana por Florida) y Verónica Escobar (demócrata por Texas), que busca romper el estancamiento legislativo que afecta la reforma migratoria.
Esta versión "nueva y mejorada" del proyecto originalmente propuesto en 2023 se presenta en un momento de crisis migratoria, bajo una política migratoria cada vez más estricta impulsada por el presidente Donald Trump, en respuesta a lo que su administración califica como el "desorden" heredado del gobierno de Joe Biden.
¿Qué propone la Ley DIGNIDAD 2025?
La propuesta, oficialmente llamada Dignity for Immigrants while Guarding our Nation to Ignite and Deliver the American Dream Act of 2025, se apoya en cinco pilares fundamentales:
Seguridad fronteriza reforzada
Reforma del sistema de asilo en EE.UU.
Estatus legal sin ciudadanía para inmigrantes
Impulso a la mano de obra nacional
Estabilidad económica a través del trabajo legal
Según sus promotores, esta es una alternativa "realista y sensata" que reconoce la contribución de los inmigrantes que ya viven y trabajan en Estados Unidos, muchos de ellos desde hace años.
¿Cuántos inmigrantes serían beneficiados?
De acuerdo con datos oficiales, más de 15 millones de personas se encuentran en situación migratoria irregular en Estados Unidos. De ellos, al menos 10,8 millones participan activamente en el mercado laboral, especialmente en sectores esenciales.
La Ley DIGNIDAD permitiría regularizar el estatus migratorio de inmigrantes que:
Hayan ingresado al país antes del 31 de diciembre de 2020
No tengan antecedentes penales
Paguen impuestos atrasados
Paguen una "restitución" de $7,000 dólares en siete años
Se presenten regularmente ante el Departamento de Seguridad Nacional (DHS)
A cambio, recibirán un Estatus de Dignidad, que otorga:
Permiso de trabajo
Protección contra la deportación
Autorización de viaje internacional
Este estatus puede renovarse de forma indefinida mientras se mantenga el cumplimiento de los requisitos, pero no ofrece acceso a la ciudadanía ni a beneficios federales.
Una respuesta a la escasez de mano de obra en Estados Unidos
Líderes comunitarios, como Fabio Andrade, comisionado de la ciudad de Weston (Florida), consideran que esta ley podría dar solución a la crisis de personal calificado que enfrentan muchas empresas estadounidenses.
"Este proyecto es vital. La mayoría de los inmigrantes viene a trabajar, a educar a sus hijos, y a aportar al país", dijo Andrade. El proyecto de ley también traería beneficios para el sector de la construcción.
El plan también busca reducir el déficit de trabajadores legales sin cargar sobre los contribuyentes. Los pagos de restitución de los inmigrantes financiarían un fondo de $70 mil millones para programas de capacitación y becas de aprendizaje en oficios con alta demanda.
Control migratorio reforzado y fin de la ciudadanía automática
Uno de los elementos que ha generado mayor consenso entre los legisladores es la eliminación del camino automático a la ciudadanía estadounidense para inmigrantes indocumentados.
Además, la ley incluye:
E-Verify obligatorio para todas las contrataciones
Refuerzo del control fronterizo y puertos de entrada
Sanciones más severas para traficantes y criminales
Aceleración de procesos de asilo y fin del sistema de "captura y liberación"
Dreamers, DACA y visa familiar: más inclusión sin atajos
La propuesta protege a los dreamers y beneficiarios del programa DACA, quienes podrían recibir una residencia condicional por 10 años, con opción a residencia permanente si completan estudios, trabajo o servicio militar.
Además, contempla una visa familiar de 90 días para reunificación temporal y la modernización del sistema de visas legales, elevando el límite por país del 7% al 15%.
¿Puede esta ley ser aprobada? ¿Tiene apoyo real?
La Ley DIGNIDAD 2025 ha logrado unir a representantes republicanos y demócratas en un escenario político cada vez más polarizado, y podría representar la primera gran reforma migratoria con respaldo bipartidista en más de 30 años.
"No se da ciudadanía, no se dan regalos. Se da legalidad a quienes ya están aquí trabajando honestamente. Eso cambia el juego", subraya Andrade.