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En Estados Unidos, las reglas sobre herencia y sucesiones acaban de cambiar con la nueva reforma fiscal impulsada por el presidente Donald Trump. La medida redefine los montos que se pueden transferir a familiares y herederos sin que se apliquen impuestos federales.
El cambio generó un gran interés porque afecta tanto a quienes dejan un testamento como a quienes no lo hacen. En ambos casos, el impacto es directo sobre las familias y puede marcar la diferencia entre recibir una herencia completa o tener que pagar fuertes impuestos al Estado.
¿Qué cambia ahora con la herencia si hay o no testamento?
Con la reforma fiscal, la exención para herencias, donaciones y transferencias a futuras generaciones sube a 15 millones de dólares por persona a partir de 2026, cifra que se ajustará cada año por inflación.
En el caso de los matrimonios, el monto se duplica y alcanza los 30 millones de dólares libres de impuestos.
A diferencia de reformas anteriores, esta medida no tiene fecha de vencimiento. Es decir, no se trata de un beneficio temporal, aunque los expertos aclaran que en el futuro otra ley podría modificar nuevamente estas reglas.
¿Cómo impactará en quienes planifican su sucesión?
El Gobierno aclaró que la norma aplica tanto a herencias como a donaciones en vida. Por ejemplo, cualquier transferencia superior a 19.000 dólares anuales por persona en 2025 se descontará del total exento disponible al fallecimiento.
Sin embargo, esto no significa que en todos los casos los beneficiarios quedarán libres de impuestos. En al menos 12 estados y en Washington D.C. sigue vigente un impuesto estatal a las herencias, por lo que quienes vivan allí deberán contemplar pagos adicionales al Gobierno local.
Puntos clave de la reforma
- La exención federal será de 15 millones de dólares por persona.
- Los matrimonios podrán transferir hasta 30 millones sin impuestos.
- No hay fecha de caducidad, pero futuras reformas podrían cambiar las reglas.
- En 12 estados y en Washington D.C. rigen impuestos sucesorios locales.
