Millones de personas en Estados Unidos que reciben beneficios del Seguro Social deberán prepararse para un cambio drástico en los próximos meses.
A partir del 30 de septiembre de 2025, el gobierno federal eliminará por completo los cheques en papel como medio de pago, obligando a los beneficiarios a optar por formas electrónicas de cobro como el depósito directo o las tarjetas de débito.
Cambia el Seguro Social: modernizan el sistema de pagos para evitar fraudes
La decisión no es casual ni repentina. Desde hace años, las autoridades vienen alertando sobre el aumento de fraudes con cheques y el robo de correspondencia, problemas que afectan especialmente a adultos mayores y poblaciones vulnerables.
Esta transformación forma parte de una orden ejecutiva federal que busca digitalizar todos los pagos realizados por el gobierno, desde devoluciones de impuestos hasta beneficios sociales.
El objetivo es claro: reducir pérdidas, aumentar la eficiencia y mejorar la seguridad. Según datos recientes, los pagos en papel representan una vía frecuente de estafas y retrasos, algo que este nuevo sistema pretende dejar atrás.
¿Cómo te impacta esta medida si cobras el Seguro Social?
Aunque más del 99% de los beneficiarios del Seguro Social ya recibe su dinero por vía electrónica, todavía hay más de 480.000 personas que dependen de los cheques en papel, muchas de ellas personas mayores sin acceso a cuentas bancarias o que desconfían del sistema financiero digital.
Para ellos, el cambio podría representar un desafío. Por eso, es fundamental actuar con tiempo: quienes aún reciben cheques deberán abrir una cuenta bancaria, consultar sobre tarjetas prepago u optar por alguna billetera digital avalada por el gobierno.
¿Qué opciones hay si no tengo cuenta bancaria?
El gobierno contempla excepciones limitadas para quienes no puedan acceder a servicios bancarios. Sin embargo, los detalles sobre estas excepciones aún no han sido difundidos. Mientras tanto, la Administración del Seguro Social (SSA) recomienda comunicarse con su oficina local para obtener asesoramiento y evitar interrupciones en los pagos.
También existen opciones como la Direct Express Card, una tarjeta prepaga diseñada especialmente para beneficiarios federales que no tienen cuenta bancaria. Esta alternativa permite recibir pagos sin cargos por depósito ni necesidad de tener una cuenta tradicional.