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Según el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles constituyen la causa predominante de fallecimiento y limitaciones físicas a nivel global. No obstante, afirman que gran cantidad de ellas pueden evitarse mediante la disminución de los elementos de riesgo habituales.
Por ese motivo, conoce qué es la ludopatía, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la ludopatía?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la ludopatía, también conocida como juego patológico, es un trastorno del control de impulsos que se caracteriza por la incapacidad de resistir el impulso de jugar, a pesar de las consecuencias negativas. Según información compartida por Mayo Clinic, esta enfermedad puede afectar gravemente la vida personal, social y laboral de quienes la padecen.
Las personas con ludopatía suelen experimentar una necesidad creciente de jugar, lo que puede llevar a problemas financieros y conflictos en las relaciones. Es fundamental reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional para abordar este problema de manera efectiva.
¿Cuáles son los síntomas de la ludopatía?
Los signos y síntomas del juego compulsivo (trastorno del juego) pueden incluir los siguientes:
- Estar preocupado por apostar, como planificar actividades con apuestas constantemente y por cómo obtener más dinero para apostar.
- Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero para sentir la misma emoción.
- Intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no poder hacerlo.
- Sentirse intranquilo o irritable cuando se intenta dejar las apuestas.
- Apostar para evadir los problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión.
- Intentar recuperar el dinero perdido apostando más (recuperar las pérdidas).
- Mentir a tus familiares o a otras personas para ocultar la gravedad de la manera en que juegas compulsivamente.
- Poner en riesgo o perder relaciones importantes, un trabajo u oportunidades educativas o laborales debido al juego compulsivo.
- Pedirles a otras personas que te saquen de apuros financieros porque perdiste tu dinero apostando.
La mayoría de los apostadores casuales dejan de apostar cuando pierden o establecen un límite de cuánto dinero están dispuestos a perder. Sin embargo, las personas con un problema de juego compulsivo sienten el impulso de seguir jugando para recuperar su dinero, un patrón que se vuelve cada vez más destructivo con el tiempo. Algunas personas pueden recurrir al robo o al fraude para obtener dinero para apostar.
Algunas personas que tienen un problema de juego compulsivo pueden tener períodos de remisión, un período en el que apuestan menos o nada en absoluto. Sin embargo, sin un tratamiento, la remisión no suele ser permanente.
Cuándo debes consultar con un médico o profesional de salud mental
¿Tus familiares, amigos o compañeros de trabajo te han comunicado que les preocupa que juegues? Si es así, hazles caso. Dado que la negación es casi siempre una característica de la conducta compulsiva o adictiva, tal vez te resulte difícil darte cuenta de que tienes un problema.
¿Cómo saber si una persona tiene ludopatía?
El diagnóstico de la ludopatía comienza con una conversación entre el paciente y su proveedor de atención médica, donde se abordan los hábitos de juego y se puede solicitar el consentimiento para hablar con familiares o amigos. Este proceso es fundamental para entender la magnitud del problema y asegurar la confidencialidad del paciente.
Además, se revisan los antecedentes médicos del paciente y se realiza un examen físico para identificar posibles problemas de salud relacionados con el juego compulsivo. Finalmente, se lleva a cabo una evaluación de salud mental que incluye preguntas sobre síntomas y comportamientos, lo que permite detectar trastornos asociados con la ludopatía.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la ludopatía?
Para tratar la ludopatía, es fundamental que la persona reconozca su problema y esté dispuesta a recibir ayuda. La terapia, especialmente la terapia cognitivo conductual, puede ser efectiva al abordar las creencias negativas y enseñar habilidades para controlar el impulso de jugar. Además, la terapia familiar puede ser un recurso valioso para sanar relaciones afectadas por la adicción.
El uso de medicamentos también puede ser parte del tratamiento, ya que algunos antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo ayudan a manejar problemas subyacentes como la depresión o la ansiedad. Asimismo, los grupos de autoayuda, como Jugadores Anónimos, ofrecen un espacio de apoyo donde las personas pueden compartir sus experiencias y estrategias para enfrentar la ludopatía.
La prevención de recaídas es crucial, incluso durante el tratamiento. Es importante evitar entornos de juego y personas que fomenten el comportamiento de juego. Si se siente la tentación de jugar nuevamente, es recomendable contactar a un profesional de salud mental de inmediato para recibir apoyo y evitar una recaída.











