Salud

Fracturas: cuáles son los tratamientos más efectivos para una pronta recuperación

Conoce qué es la fractura de clavícula, cuáles son los síntomas y cómo puede tratarse.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica en su portal web que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Sin embargo, aseguran que muchas se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes.

Por ese motivo, conoce qué es la fractura de clavícula, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la fractura de clavícula?

Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la fractura de clavícula es una lesión común que ocurre cuando el hueso que conecta el brazo con el tronco se rompe. Este tipo de fractura puede resultar de caídas, accidentes deportivos o traumatismos directos en la zona del hombro.

Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón y dificultad para mover el brazo afectado. El diagnóstico de una fractura de clavícula generalmente se realiza mediante un examen físico y radiografías. El tratamiento puede variar desde el uso de un cabestrillo para inmovilizar el área hasta cirugía en casos más severos. La mayoría de las fracturas de clavícula sanan bien con el tiempo, aunque la rehabilitación puede ser necesaria para recuperar la movilidad completa del hombro.

¿Cómo saber si una persona tiene fractura de clavícula?

El diagnóstico de una fractura de clavícula comienza con un examen físico exhaustivo, donde el proveedor de atención médica evalúa la zona afectada en busca de signos de sensibilidad, hinchazón o heridas abiertas. Esta inspección inicial es crucial para determinar la gravedad de la lesión y orientar el tratamiento adecuado.

Para confirmar la fractura y evaluar su gravedad, se realizan radiografías que permiten visualizar la ubicación de la fractura y cualquier posible daño en las articulaciones. En casos donde se requiere una evaluación más detallada, se puede recurrir a una tomografía computarizada, que proporciona imágenes más precisas de la estructura ósea y los tejidos circundantes.

¿Cómo prevenir y tratar la fractura de clavícula?

Para tratar una fractura de clavícula, es fundamental mantener el hueso en su lugar, lo que generalmente se logra mediante el uso de un cabestrillo. Este dispositivo ayuda a estabilizar la zona afectada y permite que el hueso sane adecuadamente. La duración de la recuperación varía según la edad: en niños, la cicatrización puede tardar entre 3 y 6 semanas, mientras que en adultos puede extenderse de 6 a 12 semanas.

La gestión del dolor es otro aspecto crucial en el tratamiento de una fractura de clavícula. Los analgésicos de venta libre suelen ser suficientes para aliviar el malestar, aunque en algunos casos puede ser necesario recurrir a medicamentos más potentes bajo prescripción médica. Es importante seguir las indicaciones del profesional de salud para evitar el riesgo de adicción a los narcóticos. La rehabilitación también juega un papel esencial en la recuperación. Los ejercicios para restaurar el movimiento deben iniciarse poco después del tratamiento para prevenir la rigidez. Con el tiempo, la fisioterapia puede ser beneficiosa para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos alrededor de la clavícula, facilitando así una recuperación más completa. En casos severos, como fracturas desplazadas o múltiples, puede ser necesaria la cirugía para asegurar una correcta alineación y curación del hueso.

Fractura de clavícula: posibles factores de riesgo

Los factores de riesgo para la fractura de clavícula incluyen la edad, siendo los niños y adolescentes los más propensos, mientras que el riesgo disminuye después de los 20 años. Sin embargo, en las personas mayores, el riesgo vuelve a aumentar debido a la disminución de la fuerza ósea asociada con el envejecimiento.

Para concluir, es importante recordar que si se manifiesta alguno de los síntomas mencionados, es recomendable consultar a un profesional de la salud, ya que la detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir posibles complicaciones.

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