

En esta noticia
Las patologías no transmisibles son la causa principal de muerte a nivel mundial, representando el 71% de los decesos anuales, según los datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para reducir las probabilidades de desarrollar alguno de estas padecimientos, los especialistas recomendaron reducir los posibles factores de riesgo. Por ese motivo, es necesario conocer qué es la espondilosis cervical, cuáles son los síntomas y cuáles son los terapias posibles.

¿Qué es la espondilosis cervical?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la espondilosis cervical es una degeneración de las vértebras y discos en la región del cuello, comúnmente asociada con el envejecimiento. Esta condición puede provocar dolor, rigidez y, en algunos casos, compresión de los nervios.
Los síntomas de la espondilosis cervical pueden incluir dolor en el cuello, debilidad en los brazos y entumecimiento. El diagnóstico se realiza a través de exámenes físicos y estudios de imagen y el tratamiento puede variar desde fisioterapia hasta cirugía en casos severos.
¿Cuáles son los síntomas de la espondilosis cervical?
Los síntomas de Espondilosis cervical incluyen:
- Dolor y rigidez en el cuello
- Hormigueo, entumecimiento y debilidad en los brazos, las manos, las piernas o los pies
- Falta de coordinación y dificultad para caminar
- Pérdida del control de la vejiga o de los intestinos
¿Cómo saber si una persona tiene espondilosis cervical?
El diagnóstico de espondilosis cervical comienza con un examen físico en el que el proveedor de atención médica evalúa la amplitud de movimiento del cuello, analiza los reflejos y la fuerza muscular y observa la marcha del paciente para detectar posibles efectos de la compresión medular. Estos pasos iniciales son cruciales para identificar la presencia de presión sobre los nervios raquídeos o la médula espinal.
Además del examen físico, se utilizan estudios de diagnóstico por imágenes como radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas para obtener información detallada sobre la columna vertebral. Estas pruebas ayudan a identificar cambios como espolones óseos y a descartar otras causas graves de dolor y rigidez en el cuello. También se pueden realizar análisis de función nerviosa, como electromiografías y estudios de conducción nerviosa, para evaluar la correcta transmisión de impulsos nerviosos hacia los músculos.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la espondilosis cervical?
Para tratar la espondilosis cervical, es fundamental abordar el dolor y mantener la funcionalidad. Los medicamentos como los antiinflamatorios no esteroides, corticoides y relajantes musculares son opciones comunes que pueden ser recetadas por un médico para aliviar el malestar y la inflamación. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos anticonvulsivos y antidepresivos para manejar el dolor neuropático asociado.
La terapia física es otra estrategia efectiva, donde un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios específicos para estirar y fortalecer los músculos del cuello y los hombros. La tracción también puede ser beneficiosa para aliviar la presión sobre las raíces nerviosas, mejorando así la movilidad y reduciendo el dolor.
Si los tratamientos convencionales no son efectivos y los síntomas neurológicos empeoran, la cirugía puede ser necesaria. Este procedimiento puede incluir la extracción de hernias de disco o espolones óseos y en algunos casos, la fusión de segmentos del cuello para crear más espacio para la médula espinal y las raíces nerviosas.











