Por ese motivo, el Alzheimer y la demencia generan un profundo temor debido a sus síntomas, que incluyen pérdida de memoria, confusión y cambios en la personalidad, especialmente en personas mayores.
Sin embargo, es alentador saber que solo el 5% de los casos son hereditarios, lo que significa que podemos influir en nuestro riesgo de desarrollar estas enfermedades.
Reduce el riesgo de Alzheimer con un estilo de vida saludable
Un estilo de vida insano puede afectar negativamente las funciones del cerebro y aumentar el riesgo de Alzheimer, según numerosos estudios. Para reducir este riesgo, es fundamental adoptar hábitos saludables como el ejercicio diario, una alimentación equilibrada, limitar el consumo de alcohol y evitar la nicotina.
Cómo la alimentación influye en la prevención de estas patologías
Diversos estudios científicos han indicado que existe una fuerte relación entre los niveles de vitamina D de los individuos y el desarrollo de la demencia.
Para mantener niveles adecuados de esta vitamina, es fundamental disfrutar de suficiente luz solar diariamente y seguir una dieta rica en alimentos como yema de huevo, pescado graso y ciertos quesos.
Además, los científicos han encontrado que actividades que estimulan las células cerebrales, como tocar instrumentos musicales, jugar al ajedrez o aprender nuevos idiomas, son especialmente beneficiosas para combatir el Alzheimer. Es crucial limitar el tiempo frente a pantallas y optar por interacciones más significativas.