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La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica en su portal web que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Sin embargo, aseguran que muchas se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes.

Por ese motivo, conoce qué es el colangiocarcinoma (cáncer de las vías biliares), cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es el colangiocarcinoma (cáncer de las vías biliares)?

Según explica el portal sobre saludMayo Clinic, el colangiocarcinoma, conocido como cáncer de las vías biliares, es un tipo de cáncer que se origina en los conductos biliares, que son los tubos que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Este cáncer puede desarrollarse en cualquier parte de los conductos biliares, tanto dentro del hígado como fuera de él y su diagnóstico suele ser complicado debido a la falta de síntomas en las etapas iniciales.

Los factores de riesgo para el colangiocarcinoma incluyen enfermedades hepáticas crónicas, infecciones por parásitos y antecedentes familiares de cáncer. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia, dependiendo de la etapa en que se encuentre la enfermedad y la salud general del paciente.

¿Cuáles son los síntomas del colangiocarcinoma?

Entre los signos y síntomas del colangiocarcinoma se incluyen los siguientes:

  • Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Picazón intensa en la piel
  • Heces de color blanco
  • Fatiga
  • Dolor abdominal en el lado derecho, justo debajo de las costillas
  • Pérdida de peso de forma no intencional
  • Fiebre
  • Sudores nocturnos
  • Orina oscura.

Consulta con tu médico si presentas fatiga persistente, dolor abdominal, ictericia u otros signos y síntomas que te molesten. El médico puede derivarte a un especialista en enfermedades digestivas (gastroenterólogo).

¿Cómo saber si una persona tiene colangiocarcinoma?

El diagnóstico de colangiocarcinoma comienza con la evaluación de los síntomas del paciente y la realización de pruebas específicas. Se pueden realizar análisis de la función hepática y pruebas de marcadores tumorales, como el antígeno carbohidrato 19-9, que aunque no son definitivos, pueden ofrecer indicios sobre la presencia de cáncer. Además, se utilizan pruebas por imágenes, como ecografías y tomografías computarizadas, para visualizar los órganos internos y detectar signos de la enfermedad.

En algunos casos, se puede realizar una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica para examinar los conductos biliares y, si es necesario, obtener una biopsia de tejido para un análisis más detallado. Si se confirma el diagnóstico, se procederá a determinar la etapa del cáncer mediante pruebas adicionales, lo que es crucial para definir el pronóstico y las opciones de tratamiento disponibles.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el colangiocarcinoma?

El colangiocarcinoma, o cáncer de las vías biliares, puede ser tratado mediante diversas opciones, siendo la cirugía una de las más comunes. En casos donde el cáncer es pequeño, se puede extirpar parte del conducto biliar y unir los extremos. Para cánceres más avanzados, puede ser necesario extirpar tejido hepático o ganglios linfáticos cercanos. Además, el trasplante de hígado puede ser una opción en ciertos casos, aunque conlleva el riesgo de recurrencia del cáncer.

La quimioterapia y la radioterapia son tratamientos adicionales que pueden ayudar a controlar el cáncer. La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir células cancerosas y puede administrarse antes de un trasplante de hígado. Por otro lado, la radioterapia emplea energía de alta potencia para eliminar células cancerosas, ya sea a través de radiación externa o braquiterapia. También existen terapias dirigidas e inmunoterapia que se enfocan en atacar específicamente las células cancerosas.

Es fundamental considerar la atención de apoyo, que se centra en aliviar síntomas y mejorar la calidad de vida. Los cuidados paliativos pueden ser implementados junto con tratamientos intensivos, proporcionando un enfoque integral que beneficia tanto al paciente como a su familia. Además, los ensayos clínicos ofrecen acceso a nuevos tratamientos que podrían ser más efectivos, aunque es importante discutir con el médico sobre su idoneidad y posibles efectos secundarios.

Colangiocarcinoma (cáncer de las vías biliares): posibles factores de riesgo

Los factores de riesgo para el colangiocarcinoma incluyen la colangitis esclerosante primaria, enfermedad hepática crónica, problemas congénitos de los conductos biliares, infección por parásitos del hígado, edad avanzada, hábito de fumar, diabetes y ciertas afecciones hereditarias como la fibrosis quística y el síndrome de Lynch.

Para concluir, es importante recordar que si se manifiesta alguno de los síntomas mencionados, es recomendable consultar a un profesional de la salud, ya que la detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir posibles complicaciones.