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Por eso, conoce qué es la blefaritis, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la blefaritis?

¿Cuáles son los síntomas de la blefaritis?

Los síntomas de la blefaritis incluyen ojos llorosos y rojos, así como una sensación de arena, ardor o escozor. Los párpados pueden verse grasosos, estar rojos e hinchados y presentar picazón. También puede haber descamación de la piel alrededor de los ojos, pestañas con costras y párpados pegados. Además, se puede experimentar una mayor frecuencia de parpadeo, sensibilidad a la luz y visión borrosa que mejora al parpadear. Estos síntomas tienden a ser más intensos por la mañana.

¿Cómo saber si una persona tiene blefaritis?

El diagnóstico de blefaritis comienza con un examen minucioso de los ojos y los párpados por parte del médico, quien puede utilizar un instrumento de aumento especial para identificar signos de inflamación o irritación. Esta evaluación visual es fundamental para determinar la presencia de la afección y su posible gravedad.

En algunos casos, el médico puede realizar un hisopado de piel para obtener una muestra del aceite o las costras presentes en el párpado. Esta muestra se analiza en el laboratorio en busca de bacterias, hongos o indicios de alergias, lo que ayuda a confirmar el diagnóstico y a guiar el tratamiento adecuado.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la blefaritis?

La blefaritis es una inflamación de los párpados que puede ser tratada y prevenido con medidas de cuidado personal. Es fundamental mantener una buena higiene ocular, lo que incluye lavarse los ojos regularmente y aplicar compresas calientes para aliviar la incomodidad. Estas prácticas simples pueden ser efectivas para la mayoría de los casos y ayudan a reducir la acumulación de grasa y residuos en los párpados.

Si las medidas de cuidado personal no son suficientes, es importante consultar a un médico. Este puede recetar antibióticos tópicos, que se aplican directamente en el párpado, para combatir la infección bacteriana. En casos más severos, el médico podría recomendar antibióticos orales o medicamentos antiinflamatorios para controlar la inflamación y mejorar los síntomas.

Además, es crucial abordar cualquier afección subyacente que pueda estar contribuyendo a la blefaritis, como la dermatitis seborreica o la rosácea. Aunque la blefaritis rara vez desaparece por completo, un tratamiento adecuado y un cuidado diario pueden ayudar a manejar la condición y prevenir brotes futuros. Si los síntomas persisten o empeoran, es esencial buscar atención médica para descartar otras causas, como un posible cáncer de párpado.