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Unainvestigación científica reciente reveló que practicar senderismo impacta en la salud física y emocional de forma positiva. Al combinar ejercicio en entornos naturales, esta actividad ayuda a reducir el estrés, mejorar el ánimo y fortalecer el sistema cardiovascular.

Además, esta actividad recreativa de caminata fomenta el contacto con la naturaleza y promueve la socialización, convirtiéndose en una opción accesible y saludable. Para quienes deseen iniciarse, hay consejos clave que aseguran una experiencia segura y disfrutable en cada salida.

¿Cómo practicar senderismo impacta en la salud física y emocional?

Una investigación científica publicada en Scientific Reports exploró cómo el senderismo impacta tanto en el cuerpo como en la mente, confirmando que esta actividad es una excelente forma de ejercicio, y también una vía para mejorar el bienestar emocional.

El estudio destaca que el esfuerzo físico en terrenos variados, con pendientes y desniveles, estimula la musculatura y el sistema cardiovascular, ayudando también a regular el gasto calórico.

Además, el contacto directo con la naturaleza tiene un efecto positivo en la mente: el estudio muestra que el senderismo puede reducir síntomas de ansiedad y depresión, siendo un complemento valioso para tratamientos médicos en estos casos.

Los efectos positivos en la salud mental y emocional se potencian cuando la actividad es grupal, ya que el senderismo fomenta la socialización y el fortalecimiento de lazos interpersonales. Esto, en combinación con la exposición al aire libre, contribuye a una mejor percepción de la calidad de vida.

Consejos para iniciarse en el senderismo y aprovechar al máximo sus beneficios

Para quienes quieran comenzar a practicar senderismo y disfrutar de todos sus beneficios, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones que pueden hacer de esta experiencia algo seguro y placentero.

  • Seleccioná un nivel de dificultad adecuado: si sos principiante, es recomendable optar por senderos sencillos y de menor extensión.

  • Usá calzado y ropa cómoda: un calzado adecuado con buen agarre es clave para evitar resbalones. También llevá ropa liviana y, de ser posible, con capas, para adaptarte a los cambios de clima.

  • Hidratate y llevá snacks: la hidratación es fundamental en cualquier actividad física. Llevá una botella de agua y algunos snacks energéticos, como frutas o frutos secos, para reponer energías durante la caminata.

  • Planificá la ruta y el horario: revisá la ruta antes de salir y elegí un horario adecuado. Es mejor empezar temprano para evitar el calor y tener tiempo para disfrutar del recorrido con calma.