¿Cerveza o vino? Un estudio de Harvard demostró cuál es mejor para la salud

Según la Asociación de Toxicología Argentina, la cerveza es una de las bebidas más consumidas del país con 41 litros anuales promedio por habitante, mientras que el vino asciende a 11 litros por persona. En tanto, una de las dos es más saludable que la otra.

Con las fiestas de fin de año a punto de llegar, este estudio de la Universidad de Harvard reveló cuál de las principales fermentaciones alcohólicas tiene algunos beneficios para el cuerpo si se toma en las cantidades necesarias y en un momento específico del día.

Cerveza o vino: cuál es mejor para la salud según Harvard

"Algunos estudios han sugerido que el vino tinto, cuando se bebe con una comida, ofrece más beneficios cardiovasculares que la cerveza o los licores", explicó el artículo de la prestigiosa universidad ubicada en Bostón, Estados Unidos.

Los expertos a cargo de la investigación remarcaron que el consumo de vino tinto ayuda a prevenir enfermedades coronarias, así como también relaja las paredes de los vasos sanguíneos y previene la oxidación de la lipoproteína de baja densidad, también conocido como colesterol malo.

Estos beneficios se deben a que la bebida alcohólica a base de uvas contiene sustancias llamadas polifenoles como los flavonoides, mismos que les dan ese color y sabor tan único a los vinos tintos, y otras sustancias antioxidantes, antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas.

¿Cuál son los beneficios de la cerveza para la salud?

Según el sitio especializadoVeggafinity, el principal fermentado de malta y lúpulo tiene las siguientes ventajas para la salud:

• Retrasa el proceso de envejecimiento.
• Ayuda a corregir problemas de estreñimiento.
• Mejora el proceso de digestión y de absorción de nutrientes.
• Es muy diurética.
• Retrasa la aparición de la menopausia.
• Estimula el apetito.
• Reduce las probabilidades de padecer anemia.
• Ayuda a mantener los huesos en buen estado.

Valor nutricional en 100 mililitros de cerveza

Es importante remarcar que se debe consultar con un especialista o médico antes de cambiar la dieta o de incorporar alguna bebida/alimento nuevo, así como también controlar las cantidades.