Romper el molde, pensar fuera de la caja, repensar procesos. De eso se trata la educación disruptiva: reenfocar el aprendizaje para que se adapte a las necesidades particulares del escenario actual.

Andrés Bellido, prosecretario académico de la Universidad del CEMA señala la importancia de personalizar la educación y diseñar una cultura que hable un nuevo idioma, el de la innovación.