Carlos Ormachea es el CEO de Tecpetrol, el brazo petrolero del Grupo Techint. Después de la inauguración de su propio gasoducto en Neuquén, para trasladar la producción de gas del área Fortín de Piedra en Vaca Muerta, Ormachea conversó con El Cronista sobre el estado de la inversión y el mercado en la formación no convencional de hidrocarburos.
Tecpetrol prometió en 2017 un desembolso de u$s 2300 millones en tres años, de los cuales ya lleva invertidos u$s 1100 millones. El incentivo que puso el Estado con la Resolución 46/2017 del Ministerio de Energía (paga u$s 7,50 por millón de BTU) la llevó a elevar la inversión para aprovechar el momento, ya que ese sendero descenderá gradualmente hasta u$s 6 a fines de 2021. En ese sentido, Ormachea dijo que el actual precio se referencia en el antiguo Plan Gas y "no está muy lejos del valor que se paga en la región".
¿Qué aceleró la inversión en esta área de Vaca Muerta?
En 2016 conseguimos esta concesión con la nueva ley de hidrocarburos de 2014, que nos da 35 años para recuperar el dinero. Con la resolución 46 se incentivó a las empresas con precios que permiten arrancar por un plazo limitado, que es razonable para ir bajando costos y lograr ser más competitivos. Se firmó un acuerdo de competitividad con el Estado y los sindicatos, una muy buena señal que dejó claro que todos entendíamos lo que se necesita para poder avanzar con proyectos de esta naturaleza. Antes no era posible porque no había cómo financiarlas en Argentina.
¿Vaca Muerta es competitiva con la actual infraestructura?
Hay un camino por recorrer para mejorar la competitividad de Vaca Muerta como proyecto de país. Siempre hay una curva de aprendizaje hasta bajar costos. En Estados Unidos, el shale tuvo unos cinco años que se vendió en u$s 12 por millón de BTU y después lograron hacerlo a menos de u$s 3. Se puede replicar pero falta mucho. En logística hay que hacer mejoras importantes, para mover el agua o la arena, que por ahora es caro. La cadena de valor requiere más eficiencia. Las empresas de servicios todavía no tienen capacidad para atender las demandas de las petroleras.
Hay críticas porque el Estado no aclara cuál es el precio del gas mientras subsidia a las petroleras con un valor de u$s 7,50 por millón de BTU a la producción nueva no convencional. ¿Está mucho más alto que en un mercado competitivo?
No, eso es más o menos lo que vale en el mundo y en la región, porque refleja el mercado mundial de Gas Natural Licuado (GNL). Los u$s 7,50 se referencian en los anteriores programas Plan Gas que inició el kirchnerismo, y no está muy lejos de lo que sería en un mercado perfectamente competitivo, sin intervenciones.