Los lavaderos de autos se encuentran en estado de alerta. La suba de los costos y el precio del metro cuadrado para construir ya los había puesto contra las cuerdas. Y ahora, el anuncio de la quita de subsidios para el agua, el único elemento insustituible para este sector, hace que varios empiecen a replantearse la viabilidad de su negocio.
Con el incremento de los costos que estamos teniendo pueden desaparecer una gran cantidad de locales, aseguró Atilio Krenn, presidente de la Cámara Argentina de Lavaderos Automáticos y Manuales de Automotores (Calama).
Según explicó el empresario a cargo de la entidad que agrupa a 200 registrados legalmente, la estructura de negocio tiene tres elementos esenciales: mano de obra, electricidad y agua. Como todo va a aumentar, sin dudas que va a repercutir en el precio final, agregó.
Según la presentación realizada por el Ministerio de Economía, en el caso del agua los aumentos tienen un piso de 170% para las zonas denominadas Barriales, y supera el 400% para las zonas Altas.
Si se tiene en cuenta que un establecimiento mediano tiene un consumo promedio de $ 2.500 por mes, en la modificación más baja pasará a pagar 4.700 pesos.
Según una presentación realizada ante órganos oficiales, el costo de un lavado en la Ciudad de Buenos Aires era de $ 70 a principios de enero. Ese número ya se modificó debido a que aumentaron algunos productos que utilizamos, aunque todavía no está el precio final porque habrá que sumarle las alzas de la tarifa del agua, de la luz y de la mano de obra, agregó Krenn.
Ante el nuevo escenario, los lavaderos sacan números y buscan utilizar el agua de la manera más racional posible a través del uso de hidrolavadoras que permiten un consumo mucho más acotado. Pero además se preparan para enfrentar las negociaciones paritarias del sector con el Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio, GNC, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos de Autos de Capital (Soesgype).
Se trata de un sindicato alineado con Hugo Moyano, por lo que ya anticiparon a los dueños de los lavaderos que el pedido de aumento no será menor al 35 por ciento.
Sube el agua, ya lo hicieron en un 40% los alquileres y ahora se vienen las paritarias, todo esto se va a trasladar a precio directamente, anticipó Krenn.
Pero mientras buscan opciones para hacer frente al aumento de las tarifas, los empresarios de este sector también reclaman medidas para combatir lo que consideran la competencia desleal de los lavaderos truchos.
En este sentido, miran a los entes reguladores y piden que se controle más. El problema que tenemos y por el que ya hicimos varias presentaciones en diferentes entes es el de los lavaderos truchos, explicó el presidente de la cámara empresaria que agrupa a los locales legales. Son todos esos lavaderos que le cobran a sus clientes muy barato, entre $ 40 o $ 45 por lavado, y que lo pueden hacer porque tienen a sus empleados en negro, acusó Kremm.
El empresario advirtió también que hacen uso irracional del agua, no tienen los lugares habilitados para brindar este servicio y obviamente son los que no otorgarán los aumentos por lo que el diferencial entre los lavaderos ilegales y los legales va a ser más grande y eso nos va a perjudicar aún más.
La preocupación tanto de Kremm como del resto de los empresarios del sector es que, con este nuevo esquema tarifario y la proliferación de este tipo de lavaderos ilegales se acelere el proceso por el cual ya pasó el sector y que convirtió a emblemáticos lavaderos de autos en edificios de uno y dos ambientes.