La irrupción de nuevas tecnologías de pago está transformando la forma en que individuos y empresas se relacionan con el dinero, abriendo mercados que antes no existían y generando impacto directo en la economía.
Para Maximiliano Hinz, experto en criptoactivos y pagos crossborder, el gran diferencial de las criptomonedas es la autonomía que ofrecen a los usuarios. "Las criptomonedas revolucionaron el sistema financiero. Esto permite que cada uno sea dueño de su propio dinero, mientras que en el sistema tradicional se depende de los bancos", sostuvo. Y agregó: "La industria bancaria tiene que empezar a flexibilizar estas cuestiones, tienen que adoptar la automatización de los procesos".
Desde el lado de la experiencia del usuario, Manuel Beaudroit, CEO de Belo, señaló que la clave está en la simplicidad. "Es fundamental la abstracción de la tecnología cuando el usuario enfrenta un problema. Nosotros probamos distintas opciones y lo que funcionó muy bien fue dar la posibilidad de que el turista argentino pague en Brasil con Pix, el medio de pago con QR más usado allá". Según explicó, esa experiencia permitió que usuarios poco habituados se sumaran: "Teníamos señoras de 70 años que nunca habían usado monedas estables como USDT y lo estaban utilizando todo el tiempo sin darse cuenta. Eso agranda el mercado y aporta valor a la economía en general".
En la misma línea, Santiago Witis, Country Manager para Argentina y Chile de Pomelo, destacó cómo las plataformas reducen barreras de entrada. "Se está transformando la manera en que las personas y empresas se relacionan con el dinero. Nuestra propuesta apunta a que bancos, fintech o compañías de cualquier sector puedan desarrollar una solución de pago en forma rápida. Así, es posible lanzar nuevos productos e incorporar segmentos que antes estaban fuera del sistema".