En esta noticia
La inteligencia artificial (IA) dejó de ser un tema exclusivo de las grandes empresas para convertirse en una herramienta presente, tanto en la vida diaria, como en los procesos de negocios. Sin embargo, el camino hacia su integración efectiva requiere atravesar una primera etapa clave: la adopción.
Así lo explicó Mauro Avendaño, socio de Tecnología de KPMG Argentina, en la Innovation Summit. El ejecutivo remarcó la necesidad de incorporar la IA primero en la productividad personal para luego extenderla al plano corporativo.
"Hay que empezar por la adopción. La primera piedra angular del uso de la IA es empezar a incorporarla como una herramienta de productivización personal, propia, para luego extenderla y llevarla a los procesos operativos de las compañías", señaló. Según Avendaño, esa dinámica permite lograr "eficiencia, escalabilidad, reducción de tiempos y costos".
En cuanto a la aplicabilidad de la IA, el ejecutivo remarcó que su mayor potencial inicial está en el terreno de la generación de contenido. "El caso de uso ideal e inicial tiene que ver con crear contenido, creatividad. El hecho de que usemos la IA para la creatividad tiene una connotación muy interesante, porque es una creatividad basada en datos", apuntó.
Zona de confort
Y agregó: "Hoy, la IA es una herramienta superpotente y la usamos para crear un contenido que ya tiene un contexto. Al final, a las personas, nos hace sentir cómodos porque logra lo que de alguna manera uno espera".
Avendaño reconoció no obstante que existe una gran controversia sobre el rol de la IA, pero la definió como un aliado valioso para múltiples sectores. "Hay muchas compañías que utilizan la IA dentro de las plataformas o dentro de los componentes de generación de contenido para marketing, portales de tiendas, B2B o B2C", indicó.
Al analizar la evolución del mercado, explicó que al inicio se dio una carrera por el dominio de los grandes modelos de lenguaje. "Al principio estábamos en una carrera para ver quién tenía el LLM o el que respondía de mejor manera. De ahí surgieron muchos competidores en una carrera que genera grandes modelos para dar respuesta. Es una carrera de las grandes potencias como Open IA, que se dedican a generar LLM complejos y eficientes", describió.
Con el tiempo, esa competencia derivó en un segundo eje: el desarrollo de productos específicos. "Surgió una segunda carrera, que son los productos. Son los que estamos utilizando hoy, los que generan contenidos, chat, videos, fotos. Hoy hay no menos de 100 aplicaciones muy buenas para generar contenidos, cada una en lo suyo", detalló.
Adiós a la hoja en blanco
A su vez, expuso: "Cualquier pregunta o tarea laboral se la puede consultar a una de estas herramientas para que ayude. Ya no existe arrancar con la hoja en blanco".
No obstante, Avendaño remarcó que después de esa etapa exploratoria es necesario plantear un marco estratégico. "Pasada la etapa de la adopción y el entendimiento, en algún momento hay que pensar una estrategia. Esta tiene que ver con lo corporativo en el sentido de que no se puede tener una herramienta distinta para cada proceso. Hay que tener un gobierno, una estrategia hacia dónde ir con la IA y de qué manera cada uno de esos productos responde a esa estrategia", explicó el especialista.