En esta noticia

Las historias de liderazgo femenino ya no se limitan a romper techos de cristal: también apuntan a rediseñar las estructuras desde adentro. En distintos ámbitos tres mujeres muestran que la diversidad de género no solo amplía miradas, sino que mejora resultados.

Dominique Daintree, Head de Market Engagement LA&C y sponsor de la red WIN en Philip Morris International (PMI), lo resumió con una idea simple: "El talento no tiene género". La compañía alcanzó el 40% de mujeres en roles de management y mantiene desde 2018 la certificación Equal Salary, que garantiza la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

"Es un círculo virtuoso. Hay planificación, constancia y una convicción real de que la diversidad nos permite representar mejor a nuestros consumidores", explicó. PMI fue pionera en trabajo remoto, incluso antes de la pandemia, y ofrece licencias extendidas tanto para el cuidador primario como para el secundario, además de programas de acompañamiento para la vuelta de la maternidad.

El compromiso femenino dentro de la organización alcanza niveles récord: el 94% de las empleadas se declara motivada y representada. "Eso se logra cuando la cultura acompaña las palabras", señaló Daintree. También destacan iniciativas de desarrollo temprano, como Inkompass, el programa de pasantías donde la mitad de las ingresantes son mujeres, y el plan de Jóvenes Profesionales, con 80% de participación femenina. "Buscar mentores, pedir apoyo y hablar de lo que incomoda también es parte del crecimiento", dijo.

Preparado para el futuro

Desde el sector público, Mercedes Miguel, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, encara otro tipo de transformación: la de un sistema educativo "del siglo pasado" que debe preparar a los chicos para el futuro.
Con un plan estratégico basado en evidencia, la gestión se enfoca en tres ejes: fortalecer el aprendizaje en lengua y matemática, impulsar la formación docente y desarrollar la competencia digital. "Incorporamos el bienestar socioemocional como una capacidad esencial. Los chicos no solo tienen que saber, tienen que querer aprender", sostuvo.

La funcionaria también defendió la necesidad de cambios estructurales y sostenidos: "Los atajos no funcionan. Algunas transformaciones llevan tiempo, pero ya estamos viendo resultados".

En el ámbito privado, la médica dermatóloga Leisa Molinari fundó el Centro Médico de la Piel para abordar la salud cutánea de forma integral. "La piel es el órgano más grande del cuerpo, y hay que tratarla como tal", afirmó. Lidera un equipo de 40 personas y combina su experiencia científica con herramientas tecnológicas: desde la implementación de inteligencia artificial en la atención hasta campañas educativas sobre prevención solar. "Emprender en equipo es clave. Nadie crece solo", resumió.