El clásico asado del domingo está cada vez más cerca de convertirse en lo más parecido a un banquete de lujo. Ayer, la carne registró aumentos de hasta 30% en algunas carnicerías el precio del kilo de asado superaba los $ 110 y $ 140 en los supermercados y tras los aumentos en el precio del kilo de harina que duplicó su valor el mes pasado el kilo de pan podría llegar a costar $ 30 en los próximos días.
Con los nuevos precios, un asado tranquilo y sin demasiadas pretensiones, para seis personas puede llegar a costar unos $ 630 calculando medio kilo de asado ($ 55), un chorizo ($ 21) y una morcilla ($ 21) por cada comensal, más dos kilos de pan ($ 60) en total. Aunque se trata de un piso o un precio mínimo, ya que no se cuentan otros ingredientes como las achuras, bebidas, ensaladas o postres.
"Los aumentos comenzaron en los primeros días de noviembre, de a pocos centavos. Pero desde el lunes subieron un 30 por ciento. En algún momento el consumidor va a decir basta porque no puede pagar eso", señaló a El Cronista Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal. "Todavía no vemos bajas en las ventas de las carnicerías, pero pensamos que a partir de estos precios se va a empezar a notar una caída en las ventas. El carnicero no quiere aumentar, es el dueño de un negocio chico y familiar. Los frigoríficos y matarifes tienen esos precios y el margen que puede poner el carnicero tampoco puede ser muy alto para no perder clientes", agregó. Para Williams los aumentos se deben sobre todo a una fuerte especulación por una eventual devaluación.
El aumento registrado ayer por los frigoríficos y matarifes fue de alrededor del 33% para el kilo de media res puesta en las carnicerías de la ciudad de Buenos Aires. Su valor pasó de $ 42 a $ 56, según destacó Williams.
En tanto, el vicepresidente del Mercado Central, Alberto Samid, afirmó que las subas de los precios que se vienen registrando en los alimentos son "injustificadas" y pidió "retrotraer" los precios de los alimentos a 30 días atrás para que los asalariados no sientan el impacto y puedan seguir comprando, porque de los contrario caerán las ventas. "Subieron sin motivos, lo subieron por expectativas, porque creen que va a haber una devaluación y si la hay van a volver a aumentar", sostuvo el empresario de la carne en declaraciones a la agencia NA. También dijo que los comerciantes están stockeados para tres o cuatro meses y que los únicos perjudicados son los consumidores.
En tanto, el presidente de la Federación de la Industria Panaderil de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Majori, aseguró ayer que el precio de la harina se "desmadró", ya que se incrementó un 100% en noviembre, y como consecuencia el kilo de pan pasará a costar unos $ 30 pesos en los próximos días.
La bolsa de harina pasó de estar entre $ 110 y $ 120 a $ 240.
"Desde hace 20 días a esta parte, la harina aumentó el 100%, y hoy está influyendo en el costo.
Lamentablemente vamos a tener que trasladar este aumento después de casi 25 días, porque estábamos esperando que el aumento que se había iniciado quede firme, y el stock que tiene el panadero se le va agotando", expresó Majori en declaraciones a radio La Red, quien atribuyó el incremento en el precio a la falta de oferta de trigo por parte de los productores. En los últimos dos años, el precio del pan se había mantenido más o menos estable.