

Según el Feng Shui, la antigua filosofía oriental que busca el equilibrio energético en los ambientes, la lavanda es mucho más que una planta aromática: es un poderoso símbolo de tranquilidad y paz.
Su profundo y suave aroma no solo purifica el ambiente, sino que también es reconocida por su capacidad para equilibrar la energía del hogar y disminuir la ansiedad. Integrar la lavanda en puntos estratégicos puede transformar cualquier espacio en un refugio más tranquilo y armónico.
El uso de esta planta ayuda a liberar las tensiones acumuladas en el ambiente, promoviendo una atmósfera relajada. No solo favorece un mejor descanso nocturno, sino que también contribuye a una sensación general de calma y bienestar emocional a lo largo del día.
Dónde colocar la flor de lavanda para eliminar la ansiedad
Para maximizar sus beneficios, las flores de lavanda se pueden emplear tanto como hojas secas como ramitas frescas. Es recomendable colocarlas en pequeños sacos de tela, en frascos decorativos o atadas con hilos de colores suaves, como el lila o el azul claro, tonos que en el Feng Shui simbolizan paz.
Para mantener el flujo de energía fresca y equilibrada, es importante asegurarse de que las hojas estén en buen estado y reemplazarlas tan pronto como el aroma se desvanezca.

Estos son los cuatro lugares principales para integrar la lavanda y aprovechar sus propiedades calmantes:
En el dormitorio, junto a la cama
Ubicar una bolsita de lavanda en la mesa de noche o cerca de la almohada permite que su fragancia induzca la relajación. Esto ayuda directamente a calmar la mente, reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. La filosofía china recomienda que colocar unas hojitas debajo de la almohada antes de dormir puede ayudar a conciliar mejor el sueño y relajarse.
En cajones y armarios del dormitorio
Distribuir pequeños sacos de lavanda dentro de la ropa o en los armarios no solo perfuma las prendas, sino que también mantiene un flujo constante de energía tranquilizadora en el área de descanso. En este caso es mejor ubicarlas en los bolsillos internos, así está más en contacto con la persona.
En el salón o zonas de reposo
Colocar un recipiente con hojas de lavanda en el salón, estudio o cualquier área destinada al descanso ayuda a preservar la energía positiva y a disipar la tensión acumulada durante las actividades diarias.
En la entrada del hogar
Situar un pequeño arreglo o frasco con lavanda cerca de la puerta principal sirve para purificar la energía que entra a la casa, estableciendo una sensación de calma y bienvenida desde el momento de ingresar.













