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Si bien la fuente de la eterna juventud continúa siendo un anhelo, la ciencia ha demostrado que la alimentación tiene un impacto fundamental en nuestra longevidad.

Un estudio reciente publicado en la revista Circulation, que analizó la dieta y la mortalidad de más de dos millones de personas, arrojó resultados sorprendentes: quienesconsumen más frutas y verduras tienen un 12% menos de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.

Incorporar estos superalimentos no solo nos aporta nutrientes esenciales, sino que también puede ser un poderoso aliado para retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades crónicas.

Frutas y verduras: el secreto para retrasar el envejecimiento

El estudio publicado el 1 de marzo de 2021 en la revista Circulation recopiló datos sobre la dieta y la mortalidad de más de dos millones de personas por un período de 30 años.

De acuerdo con los resultados, aquellos que consumían dos porciones de frutas y tres porciones de verduras por día presentaban un riesgo un 12% menor de morir por enfermedad cardiovascular.

Las frutas y verduras son ricas en potasio, cuyo consumo elevado se asocia con una presión arterial más baja. Además, contienen fibra y polifenoles, compuestos que pueden prevenir los coágulos sanguíneos.

Qué frutas y verduras debes comer para vivir más

La investigación reveló resultados claros: las personas que consumían más verduras de hoja verde, zanahorias, bayas y frutas cítricas mostraban un menor riesgo de mortalidad.

Estos alimentos, ricos en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, combaten el estrés oxidativo, reducen la inflamación y protegen las células del daño celular.

Las verduras de hoja verde, como la espinaca, el kale y la lechuga, son particularmente buenas debido a su alto contenido de nitratos. El cuerpo convierte estos nitratos en óxido nítrico, una molécula que mejora la función vascular y reduce la presión arterial.

Las zanahorias destacan por su riqueza en betacaroteno, un precursor de la vitamina A, esencial para la salud de la piel, la visión y el sistema inmunológico.

Las bayas, como los arándanos, las fresas y las frambuesas, son excelentes fuentes de antioxidantes, que combaten los radicales libres y protegen las células del daño oxidativo.

Las frutas cítricas, como las naranjas, los limones y los pomelos, son ricas en vitamina C, un potente antioxidante que también es crucial la absorción del hierro.

Es relevante destacar que no todas las frutas y verduras contribuyen igual a la longevidad. Los investigadores no encontraron beneficios en el consumo de verduras ricas en almidón, como las papas.