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Las inversiones en renta fija ofrecerán en 2026 rendimientos más estables que los de 2025, lo que repercutirá en portafolios como los de las Afores, señaló Joaquín Barrera, director de Renta Fija e Inversiones de México en Sura Investments.

“Lo que sostiene a la renta fija es la acumulación diaria de los cupones: los bonos generan interés todos los días, aunque el pago llegue después. Esa acumulación constante ayuda a estabilizar los portafolios, incluso cuando hay volatilidad”, explicó.

Barrera recordó que 2025 fue un año excepcional para los mercados de renta fija en América Latina.

“Casi que este año no pudimos habernos equivocado, a menos que hubiéramos estado 100% en dólares”, indicó, señalando que los instrumentos locales entregaron rendimientos de doble dígito, entre 15% y 25%, e incluso “hasta casi 30% en algunos bonos de largo plazo”, impulsados por la reducción de las tasas de política monetaria en la región.

¿Qué se espera en 2026?

Para 2026, la expectativa es que los rendimientos sean más moderados y provengan principalmente de los intereses de los bonos.

Barrera estimó retornos potenciales de 5% a 8.5%, según el mercado y el perfil de riesgo.

“Mucho de este recorrido de valorización ya se dio en 2025”, advirtió, señalando que los niveles extraordinarios de rentabilidad de años recientes no se pueden mantener de forma sostenida.

El atractivo de la renta fija latinoamericana se mantiene cuando se consideran las tasas reales ajustadas por riesgo.

Según Barrera, Colombia muestra tasas cercanas al 4%, México entre 3.5% y 3.7%, y Perú alrededor de 3%. “La renta fija latinoamericana sigue siendo competitiva frente a otros mercados emergentes”, sostuvo.

Crecimiento de la deuda privada

Durante el webinar “Inversiones 2026: un año decisivo en la región”, el directivo destacó también la creciente participación de la deuda privada en los portafolios de largo plazo.

Explicó que estos instrumentos “brindan menor volatilidad, tienden a ser más estables y ofrecen rentabilidad atractiva”.

En el caso de la deuda corporativa privada, enfatizó la importancia de seleccionar buenos emisores y contar con un análisis riguroso para mantener el rendimiento y reducir riesgos.

Barrera recordó que tanto las Afores como los planes de pensiones requieren mantener portafolios diversificados, combinando renta fija local e internacional, renta variable, instrumentos alternativos y commodities.

La deuda privada, tanto la que ya tiene mercado secundario como la que aún no es pública, se perfila como un componente creciente en estrategias de mediano y largo plazo.

El directivo concluyó que, aunque 2026 será un año con menores sorpresas en precios, la renta fija latinoamericana continúa ofreciendo oportunidades atractivas para inversionistas que buscan un equilibrio entre rentabilidad y riesgo.