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El Servicio de Administración Tributaria (SAT) comenzó a controlar con más frecuencia las transacciones realizadas por los contribuyentes, haciendo énfasis en aquellas realizadas a través de tarjetas de crédito de tiendas departamentales como Liverpool, Coppel o Suburbia.

De este modo, exhortó a todos los clientes a dar estricto cumplimiento a las reglas de operación a fin de evitar la imposición de sanciones.

Las tarjetas de crédito de tiendas departamentales también son controladas por el SAT

Las tarjetas de crédito de tiendas departamentales, a pesar de que no están asociadas directamente a cuentas bancarias, generan trazabilidad de los movimientos de consumo que pueden ser cotejados con los ingresos declarados ante el Servicio de Administración Pública (SAT).

En caso de detectarse discrepancias entre los montos declarados y los gastos efectuados, el organismo público está facultado para iniciar procedimientos de auditoría, los cuales pueden derivar en la imposición de sanciones.

El objetivo de este control es garantizar el correcto cumplimiento de las obligaciones fiscales y evitar lo omisión de ingresos. Por tal motivo, el SAT estableció lineamientos específicos sobre el uso adecuado de este tipo de instrumentos financieros.

Cuáles son los errores más comunes a la hora de usar tarjetas de crédito de Coppel, Liverpool o Suburbia

El error más común es realizar gastos que superen los ingresos declarados. Por ejemplo, si un contribuyente reporta ingresos de 10,000 pesos por mes, pero sus consumos en tarjetas de crédito ascienden a 25,000 pesos en el mismo periodo, el SAT puede presumir la existencia de ingresos no declarados.

Otro error frecuente es prestar la tarjeta de crédito a familiares o amigos. Cada operación queda registrada a nombre del titular, por lo que cualquier compra realizada por terceros podría ser atribuida a esa persona.

Si el gasto no guarda relación con los ingresos reportados, el SAT podría exigir explicaciones y comprobantes que justifiquen el origen de los recursos.

Qué pasa si el SAT detecta diferencias entre los ingresos declarados y los gastos registrados

Cuando el SAT detecta diferencias entre los ingresos declarados y los gastos efectuados, puede considerar que existe un ingreso no declaro. En este escenario, el contribuyente será requerido para demostrar documentalmente el origen del dinero utilizado.

Si no se logra acreditar de manera legal y válida dichos recursos, la autoridad fiscal está facultada para imponer multas de entre el 15% y 70% del monto no justificado, además de los recargos y actualizaciones que establece la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Código Fiscal de la Federación.

En casos graves, donde se presuma la intención de evadir impuestos, podría clasificar el hecho como defraudación fiscal, lo que incluso puede derivar en procesos penales.