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Una alternativa a la visa clásica de pasaporte está ganando popularidad, ofreciendo un trámite más rápido y mayores medidas de seguridad. Se trata de la Tarjeta de Cruce Fronterizo (BCC), que permite la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de todo el mundo.

Se trata de una credencial que facilita el ingreso a Estados Unidos sin necesidad de depender del visado tradicional pegado en el pasaporte. También conocida como "visa láser", es una tarjeta laminada que desempeña las mismas funciones que la visa B, pero con un formato más práctico y seguro.

Esta innovadora documentación ya es una tendencia global por sus beneficios y por la agilidad que ofrece en los puntos de entrada. Además de su utilidad para viajes, también permite a sus titulares gestionar el permiso de residencia mientras se encuentran en el extranjero.

Qué es la visa láser y por qué es más segura que la tradicional

La BCC se distingue de la visa tradicional por incorporar mayores elementos de seguridad. La tarjeta incluye la fotografía del titular junto con datos biométricos codificados. Estos detalles hacen que el documento sea más fácil de leer en los dispositivos electrónicos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., y evitan su falsificación.

La principal ventaja de la visa láser es su practicidad al ser del tamaño de una cartera, elimina la necesidad de presentar el pasaporte en ciertos cruces fronterizos, agilizando el proceso.

El documento tiene usos específicos en el área fronteriza:

  • Viajes limitados: permite ingresar a zonas adyacentes a las fronteras por un máximo de 30 días, cubriendo hasta 40 kilómetros en Texas o California, 85 kilómetros en Nuevo México y 120 en Arizona, sin necesidad de mostrar el pasaporte.
  • Viajes extendidos: para internarse más allá de las zonas permitidas, el viajero debe contar con su pasaporte y solicitar el permiso I-94 en la frontera.
  • Vuelos y traslados nacionales: al presentarse junto con el pasaporte, la BCC funciona como una visa B, permitiendo el ingreso a cualquier punto de Estados Unidos por cualquier medio de transporte, incluyendo vía aérea.

La Tarjeta de Cruce Fronterizo no solo simplifica el ingreso a EE. UU. en las zonas cercanas a la frontera, sino que también ofrece un nivel de seguridad moderno que facilita y agiliza el control para millones de viajeros.