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La familia real británica atraviesa una etapa crítica y de alta tensión. El rey Carlos III, quien fue diagnosticado con un cáncer avanzado hace más de un año, ya manifestó cuál es su última voluntad. Se trata de un deseo que afecta a gran parte de su círculo cercano de manera directa.

Según Concha Calleja, periodista especializada en la Corona de Gran Bretaña, una de los últimos deseos del monarca antes de morir sería que sus dos hijos, el príncipe William y el príncipe Harry, se reconcilien y juntos manejen los destinos de la realeza.

Conmoción en la Corona Británica: esta sería la última voluntad de Carlos III antes de partir

Según reveló la experta mediante acceso a fuentes del Palacio de Buckingham, el soberano considera imprescindible mantener la unidad entre sus herederos para asegurar la estabilidad y legitimidad de la monarquía en el futuro.

Este pedido también expone la preocupación de Carlos III por las divisiones internas que actualmente afectan a la Corona Británica.

Mientras tanto, crece la expectativa en torno a una posible decisión del príncipe Harry. Aunque persisten las tensiones con su hermano William, medios británicos señalan que el duque de Sussex estaría considerando retomar sus funciones dentro de la familia real.

La postura de la reina Camila ante el deseo del monarca

Una de las figuras que más podría verse afectada por dicho deseo del monarca es su esposa, la reina Camila.

Aunque no está incluida directamente en ese deseo, ha asumido muchas de las funciones de Carlos III durante sus internaciones. La intención del soberano de reunir a la familia tras su partida podría convertirse en un desafío complejo para ella.

Bajo este contexto, una de las grandes incógnitas dentro de la monarquía británica es el rol que cumpliría la actual reina, en caso de presenciar la partida de su esposo, en el nuevo mandato que estará a cargo del príncipe William, el heredero natural al trono de Gran Bretaña.

Se supo a qué país apoyaría el Rey Carlos III en una Tercera Guerra Mundial

Recientemente, el monarca viajó a Canadá y participó de la apertura del Parlamento, donde leyó un mensaje en clave política, el cual fue ovacionado de pie.

En medio del escenario de amenazas y presiones que el país norteamericano recibe por parte de Donald Trump, quien insiste con su deseo de convertir dicha nación en el estado 51 de su territorio, el soberano les brindó su apoyo.

Entre los ejes centrales del discurso, resaltó la defensa de los derechos y libertades, el respaldo al libre comercio frente a políticas arancelarias y una advertencia sobre el "momento crítico" que atraviesan democracia y el pluralismo.

De esta manera, dejó en claro que, en caso de desatarse un conflicto bélico, la nación británica brindaría sin dudarlo su apoyo a Canadá.