

El próximo 20 de noviembre, fecha emblemática para México por conmemorar el inicio de la Revolución Mexicana, la presidenta Claudia Sheinbaum enviará formalmente hacia el Congreso de la Unión la iniciativa de reforma laboral que modificará la jornada de trabajo en el país.
Esta propuesta, que forma parte de los 100 compromisos del actual gobierno, busca reducir la semana laboral de 48 a 40 horas.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, bajo la dirección de Marath Bolaños, será la encargada de presentar el documento oficial. Esta iniciativa llega después de una serie de foros nacionales donde participaron representantes empresariales, trabajadores y expertos en legislación laboral.

El reloj corre: diputados y senadores tienen un mes para decidir
Una vez que la reforma ingrese en el Congreso de la Unión, los legisladores tendrán hasta el 15 de diciembre para analizarla y aprobarla, fecha en que concluye el periodo ordinario de sesiones. Si no logran consenso antes de esa fecha, tendrán dos opciones: convocar a un periodo extraordinario o retomar el tema el 1 de febrero de 2025, cuando arranque el nuevo periodo de sesiones.
El sector empresarial e industrial manifestó en las mesas técnicas su petición de que la implementación sea gradual. Buscan tiempo suficiente para realizar los ajustes necesarios en sus operaciones y adaptarse a la nueva realidad laboral sin afectar la productividad.

“Necesitan tiempo para vivir”: el respaldo político ya está garantizado
La diputada federal Patricia Mercado, desde su cuenta en redes sociales, destacó la importancia de esta reforma como respuesta a una demanda histórica de los trabajadores. “Necesitan tiempo para vivir”, enfatizó la legisladora, quien adelantó el apoyo de la bancada de Movimiento Ciudadano a la propuesta.
La Cámara de Diputados ya tomó la decisión de desechar las iniciativas previas del Partido del Trabajo sobre el mismo tema, para dar prioridad a la propuesta presidencial. Este movimiento garantiza un proceso legislativo más ágil y concentrado en una sola versión de la reforma.
Con consensos alcanzados entre trabajadores, sindicatos y empresarios, la reforma llega al Congreso de la Unión con un respaldo importante que podría facilitar su aprobación en los plazos establecidos.















