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Durante siglos, la Primera Ley de Newton fue enseñada en escuelas y universidades como una verdad incuestionable de la física clásica. Pero un reciente descubrimiento realizado por un filósofo revela que una mala traducción del latín habría distorsionado su significado original desde 1729.
Este hallazgo no solo sacude los cimientos de cómo entendemos la física, sino que también invita a repensar qué quiso decir realmente Isaac Newton cuando formuló una de las leyes más fundamentales del universo.

¿Cuál es el error en la Primera Ley de Newton?
La llamada Primera Ley de Newton, también conocida como la Ley de la Inercia, establece que un objeto permanecerá en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme a menos que una fuerza externa actúe sobre él.
Esta formulación fue traducida de latín a inglés en 1729, y desde entonces fue replicada por generaciones enteras de científicos, docentes y estudiantes.
Sin embargo, según el filósofo Daniel Hoek, de Virginia Tech, esa interpretación arrastra un error de traducción que altera el verdadero sentido del principio.
Después de leer Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica en su versión original, identificó que la palabra quatenus fue traducida erróneamente como unless ("a menos que"), cuando en realidad su significado preciso es insofar ("en la medida en que" o "en tanto que").

Una traducción mal interpretada cambió el sentido de la ley por siglos
Este aparente detalle lingüístico no es menor. De acuerdo con el filósofo, esa palabra modifica el enfoque completo.
Bajo la traducción clásica, se interpreta que un cuerpo permanece en reposo o se mueve en línea recta si no hay fuerzas actuando sobre él. Pero en el universo real, eso nunca sucede: todas las cosas están sometidas a fuerzas como la gravedad, la fricción o el roce del aire.
La interpretación que propone Daniel Hoek, respaldada por una investigación publicada en Philosophy of Science, sugiere que Isaac Newton quería afirmar que todo cambio en el movimiento de un cuerpo -ya sea una aceleración, un giro o una desaceleración- es consecuencia directa de una fuerza externa.
El verdadero significado según Newton: todo cambio implica una fuerza
Para reforzar esta visión, señala que Isaac Newton incluyó ejemplos concretos en su obra. Uno de los más reveladores es el del trompo girando, que termina frenándose por la fricción del aire.
Esto indica que el científico no estaba especulando sobre condiciones ideales, sino que aplicaba su ley a situaciones reales.
Bajo esta luz, la Primera Ley no describe lo que ocurre en ausencia de fuerzas, sino que es un principio para identificar y deducir la existencia de esas fuerzas a partir de los movimientos observados. Cada vez que algo se mueve distinto -más rápido, más lento, en otra dirección-, es porque una fuerza está actuando sobre él.
Es importante aclarar que esta reinterpretación no altera las ecuaciones ni las aplicaciones prácticas de la física moderna. La mecánica newtoniana, tal como la conocemos, sigue siendo válida. Lo que cambia es la comprensión histórica y conceptual de uno de los principios más importantes de la ciencia.














