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La tensión internacional suma un nuevo capítulo: por primera vez, Rusia y China desplegaron de manera conjunta submarinos en aguas del Asia-Pacífico.

La operación, confirmada oficialmente por la Flota del Pacífico rusa, refleja la creciente sintonía estratégica entre ambas potencias en un contexto global marcado por la rivalidad con Estados Unidos.

Un ejercicio coordinado en mares sensibles

Según el parte oficial, el submarino diésel-eléctrico "Vóljov", perteneciente a la Armada de Rusia, navegó junto a una unidad de la Marina del Ejército Popular de Liberación de China. La misión se llevó a cabo en las aguas del mar del Japón y del mar de China Oriental, zonas consideradas clave para el equilibrio militar de la región.

Ambos submarinos recorrieron más de 2.000 millas náuticas antes de regresar a sus bases, tras completar las maniobras programadas. El despliegue fue respaldado por la corbeta "Gromki" y el remolcador de rescate "Foti Krilov", que brindaron apoyo logístico durante toda la travesía.

Una señal al mundo en medio de la tensión global

El patrullaje conjunto se desarrolló poco después de los ejercicios bilaterales "Interacción Marítima 2025", que ya habían mostrado el nivel de coordinación alcanzado por ambas marinas. Paralelamente, Rusia intensificó su presencia aérea en la zona con vuelos de bombarderos estratégicos Tu-95MS sobre aguas neutrales del mar del Japón, escoltados por cazas de última generación.

Este tipo de movimientos busca proyectar poder y dejar en claro que Moscú y Pekín están dispuestos a actuar de manera conjunta ante el avance de Washington en la región.

En un escenario donde la disputa por el control marítimo se vuelve cada vez más visible, la alianza ruso-china envía un mensaje inequívoco: el tablero geopolítico del Pacífico ya no se juega en solitario.