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Un equipo de investigadores liderado por Jérémie Briaud del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia descifró con una precisión sin precedentes la composición del núcleo lunar.

Su estudio, publicado en Nature Astronomy, reveló que el satélite natural posee un núcleo interno sólido compuesto principalmente de hierro, rodeado por una capa externa fluida. Esta estructura interna guarda similitudes sorprendentes con la de nuestro propio planeta.

Los resultados ofrecen una visión detallada de la composición del núcleo de la Luna, proporcionando una comprensión más profunda sobre su formación y evolución.

¿De qué está compuesto el núcleo de la Luna?

Un estudio reciente ha revelado que el núcleo interno de la Luna es más grande de lo que se pensaba, con un radio de 500 kilómetros frente a los 240 estimados anteriormente.

A pesar de que la existencia de un núcleo lunar ha sido objeto de sospecha durante décadas, su naturaleza exacta ha sido un misterio. Los datos sísmicos recopilados durante las misiones Apolo, si bien eran valiosos, carecían de la precisión necesaria para determinar con certeza su composición.

El equipo liderado por Jérémie Briaud decidió reexaminar estos datos antiguos, utilizando técnicas de procesamiento modernas y combinándolos con información de estudios más recientes. Este enfoque innovador permitió obtener una imagen mucho más clara de la estructura interna.

El estudio confirma que el núcleo interno es sólido y compuesto principalmente de hierro, con una densidad de 7,822 kg/m³. Esta característica, junto con la presencia de un núcleo externo fluido, hace que la estructura lunar sea sorprendentemente similar a la de la Tierra.

La menor densidad del núcleo lunar en comparación con el terrestre indica que la Luna se formó a partir de materiales diferenciados de nuestro planeta, pero que no eran lo suficientemente ricos en hierro como para formar un núcleo interno sólido.

Además, el estudio propone la teoría del "vuelco profundo" para explicar la distribución de elementos en la superficie lunar. Esta hipótesis postula que los materiales más pesados se hunden hacia el núcleo, mientras que los más ligeros ascienden a la superficie.

Un nuevo capítulo en la exploración espacial

Este descubrimiento, documentado en la revista Nature, reveló que el satélite natural exhibió en el pasado un campo magnético de gran intensidad, comparable al de la Tierra, hace miles de millones de años.

Sin embargo, este campo magnético lunar cesó en algún momento, generando un enigma que ha desconcertado a los científicos durante décadas.

Entender este antiguo campo magnético lunar no solo es fundamental para reconstruir la historia de la Luna, sino que también arroja luz sobre el misterio de su campo magnético actual, considerablemente más débil.

Según los investigadores, este nuevo avance en la exploración espacial nos acerca más a comprender la historia de nuestro sistema solar.