

En Estados Unidos, contar con un pasaporte válido y en buen estado es fundamental para viajar sin inconvenientes. No obstante, el Departamento de Estado advirtió que existen circunstancias en las que no se puede realizar la renovación, lo que podría ocasionar que los viajeros sean rechazados cuando intenten abordar.
A continuación, te explicamos los casos en los que no se procede a la renovación, cuáles son los trámites necesarios para obtenerlo desde cero y qué implicaciones tiene usar un pasaporte vencido para volar dentro del país.

Estas son las situaciones en que no se puede renovar el pasaporte de Estados Unidos
El gobierno estadounidense precisó que un pasaporte no puede renovarse si presenta daños o alteraciones, debiéndose tramitar uno nuevo desde cero en estos casos.
Entre las situaciones que impiden la renovación se incluyen:
Daños por agua, moho o manchas.
Páginas de visa faltantes.
Rasgaduras importantes.
Marcas no oficiales en la página de datos.
Perforaciones o manipulaciones evidentes.
Por el contrario, los documentos con leves curvaturas en las esquinas o páginas "abanicadas" por el uso frecuente sí son elegibles para renovación.
Más allá de los daños físicos, el pasaporte tampoco podrá renovarse en estos casos:
Si fue emitido hace más de 15 años.
Si pertenece a una persona que lo tramitó siendo menor de 16 años.
Si fue perdido o robado.
Si no refleja el nombre actual y no se poseen documentos que certifiquen el cambio.
En todos estos escenarios, el solicitante deberá iniciar el proceso desde cero con el formulario DS-11, el mismo que se utiliza para obtener el pasaporte por primera vez.

Qué hacer si el pasaporte no puede renovarse y cómo iniciar el trámite desde cero
El proceso de reemplazo de un pasaporte estadounidense requiere cumplir con una serie de pasos formales. En primer lugar, es necesario completar correctamente el formulario DS-11, el cual constituye la solicitud oficial para obtener un pasaporte por primera vez o para reemplazar uno que haya sido perdido, robado o dañado.
Además, se debe presentar prueba de la ciudadanía estadounidense. Entre los documentos aceptados se encuentran el certificado de nacimiento emitido por un estado de Estados Unidos, un certificado de naturalización o un pasaporte estadounidense anterior, si está disponible.
Junto con la prueba de ciudadanía, se debe entregar una identificación con foto válida.
Otro requisito importante es adjuntar una fotografía reciente de pasaporte. Esta foto debe cumplir con los estándares oficiales establecidos, que incluyen dimensiones específicas, fondo blanco y la expresión facial neutra del solicitante.
Finalmente, se debe pagar la tarifa correspondiente. Por ejemplo, el costo actual para la solicitud que incluye la libreta y la tarjeta de pasaporte es de 195 dólares. Este pago puede realizarse mediante cheque, giro postal o tarjeta de crédito, según las opciones permitidas.
Toda la documentación debe presentarse personalmente en un centro autorizado de aceptación de pasaportes, donde el personal revisará los documentos y los formularios antes de enviarlos al Departamento de Estado para su procesamiento.
Una vez presentada la solicitud, el sistema envía notificaciones por correo electrónico para informar al solicitante sobre el estado del trámite, incluyendo confirmación de recepción y cualquier actualización sobre los tiempos estimados de entrega.














