

Elon Musk vuelve a posicionarse en el centro de la polémica, luego de que su empresa SpaceX recibiera aprobación oficial para lanzar restos de cohetes sobre el Monumento Nacional Marino Papahnaumokukea, una de las reservas más biodiversas del planeta, ubicada en el Océano Pacífico, al noroeste de Hawái.
Este santuario, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, protege más de7.5 millones de kilómetros cuadrados de vida marina. Se teme que la caída constante de restos metálicos y residuos tóxicos afecte especies en peligro de extinción como focas monje, tortugas verdes y corales milenarios.
Elon Musk lanzará restos de cohetes al Océano Pacifico atentando contra una zona ecológica clave
Los restos que caerán en la zona pertenecen a la parte superior del cohete Falcon 9, utilizado para misiones satelitales y espaciales. Tras el despegue, esta sección quedará inutilizada, y se liberará en áreas remotas del océano para minimizar riesgos en tierra.
SpaceX justificó su elección argumentando que el área del Pacífico ofrece condiciones ideales por su baja densidad poblacional. Sin embargo, científicos insisten en que esto no equivale a un bajo valor ecológico, y que lanzar estos residuos sobre un santuario marino resulta una contradicción ambiental grave.

La medida genera polémica a nivel mundial
Diversos grupos conservacionistas han exigido a la Administración Federal de Aviación (FAA) revocar el permiso concedido, alertando sobre la acumulación de materiales pesados, riesgos para especies vulnerables y alteraciones en la cadena alimentaria marina.
Una de las principales preocupaciones es el potencial derrame de combustibles residuales y la liberación de partículas metálicas que podrían alterar la composición química del océano. Además, se teme que la constante caída de objetos cause estrés en mamíferos marinos sensibles al sonido.
Organizaciones como Earthjustice, Greenpeace y científicos de la Universidad de Hawái han solicitado estudios independientes y una moratoria temporal. Argumentan que, si bien la exploración espacial es clave para el futuro, no debe comprometer ecosistemas únicos e irremplazables.
La palabra de las autoridades locales
A nivel legislativo, algunos senadores de Hawái también expresaron su rechazo al proyecto, y pidieron que se evalúen alternativas de desecho que no involucren zonas protegidas.
Aseguran que es posible modificar las trayectorias o recuperar los restos en mar abierto fuera de áreas ecológicamente sensibles.
Esta presión públicapodría influir en futuras decisiones regulatorias, sobre todo si se confirma algún daño al santuario.















