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¿Eres de las personas que lavan la esponja de la vajilla con detergentes o jabones luego de terminar de lavar los platos? o ¿simplemente no la lavas nunca pensando que al ser una esponja en contacto con jabón siempre estará "limpia"? Presta mucha atención porque según científicos en Alemania, cada vez que lavas los platos con las esponjas sucias, viejas o sin un aseo adecuado, le estás poniendo una capa gruesa de gérmenes y bacterias a vasos, platos, cucharas y platos.

Un informe publicado por la BBC dio a conocer las conclusiones científicas del Instituto de Microbiología Aplicada de la Universidad Justus Liebig en Giessen en compañía con otros centros de investigación científica. En ellas, el informe periodístico remarcó que la esponjas para lavar los platos en la cocina suelen ser el nido de la bacteria Moraxella osloensis y otros gérmenes que pueden ser mortales para el ser humano, en especial para aquellas personas con un sistema inmunol gico débil.

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Los expertos aseguraron que un centímetro cúbico de una esponja de lavar los platos sucia alberga la misma cantidad de bacterias y gérmenes que una muestra de heces.

¿Cómo lavar de forma correcta la esponja de los platos?

Los expertos en microbiología aseguran que es insano e inseguro para la salud humana lavar las esponjas con jabones, pues esto lo único que hace es liberar espacio ocupado por gérmenes y bacterias débiles que luego serán colonizados por bacterias mucho más fuertes como la Moraxella osloensis.

Los científicos ensayaron la forma correcta para lavar bien la esponja del lavavajillas para evitar adquirir enfermedades graves o mortales.

En un recipiente, mezcla 9 partes de agua por 1 de cloro, lavandina o blanqueador . ¡Ojo! Usa guantes para proteger tus manos. Luego, pon remojar la esponja y mete la esponja en la mezcla y déjala ahí entre 10 y 30 segundos.

Finalmente, saca la esponja y exprímela bien para quitarle el exceso de líquido. Luego, déjala secar al aire. Como consejo, lo mejor es tener un recipiente con la mezcla lista para darle una limpiadita a la esponja después de cada uso.

Sí hacer este proceso es engorroso y algo complicado para ti, la recomendación es que cambies la esponja del lavavajillas una vez por semana.

El olor de la esponja es clave para el cambio

Según los investigadores, cuando una esponja comienza a oler mal, es la alerta para, limpiarla con cloro de forma inmediata o cambiarla. " una esponja que huele mal es una esponja llena de gérmenes", aseguró Philip Tierno, profesor del departamento de Microbiología y Patología del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.

Por cada lavado de la vajilla con una esponja sucia, es una capa de gérmenes y bacterias con la que se cubren los platos y de más utensilios donde se sirve la comida y que luego se lleva a la boca.