En esta noticia

Un equipo de arqueólogos japoneses y egipcios desenterró uno de los hallazgos más intrigantes en décadas en el cementerio occidental de Guiza.

Utilizando tecnología de radar de penetración terrestre y tomografía de resistividad eléctrica, los investigadores detectaron una misteriosa estructura en forma de L junto a una anomalía subterránea.

Lo más sorprendente es que esta área, a pesar de estar al lado de las Grandes Pirámides, nunca había sido excavada intensivamente por carecer de estructuras visibles en la superficie.

Radar de penetración terrestre revela lo invisible: la estructura en forma de L se encuentra a apenas dos metros de profundidad junto a las Grandes Pirámides. Fuente: Online Library

El radar que descubrió un gran secreto en las pirámides de Guiza

El radar de penetración terrestre (GPR) se convirtió en la herramienta estrella de la arqueología moderna. Esta técnica geofísica envía pulsos de radar al subsuelo para crear imágenes de lo que yace oculto bajo nuestros pies, sin necesidad de excavar ni un centímetro. Ya reveló barcos vikingos en Noruega, civilizaciones perdidas en la selva amazónica e incluso ciudades romanas completas.

Ahora, el equipo liderado por Motoyuki Sato de la Universidad de Tohoku empleó esta tecnología junto con la tomografía de resistividad eléctrica para escanear el cementerio occidental de Guiza. El resultado fue asombroso: identificaron una estructura en forma de L a apenas dos metros de profundidad, con una longitud de 10 metros, que fue rellenada después de su construcción hace aproximadamente 4,500 años.

Una anomalía eléctrica apunta a cámaras ocultas

Debajo de la estructura en L, los investigadores detectaron algo aún más enigmático: una anomalía altamente resistente a la electricidad ubicada entre 5 y 10 metros de profundidad. Según el estudio publicado en la revista Archaeological Prospection, esta anomalía podría explicarse de dos maneras: una mezcla de arena y grava, o espacios huecos con aire.

“La forma es demasiado definida para ser natural”, explicó el autor en declaraciones a Live Science. El cementerio occidental es conocido como lugar de sepultura de miembros de la familia real y oficiales de alto rango, repleto de tumbas planas conocidas como mastabas. Sin embargo, esta sección específica había permanecido inexplorada precisamente porque no había estructuras impresionantes en la superficie que justificaran una investigación exhaustiva.

Anomalía subterránea: debajo de la estructura se detectó un espacio de 5 a 10 metros que podría corresponder a cámaras ocultas aún no exploradas. Fuente: Online Library

¿Un portal hacia tumbas desconocidas del Antiguo Egipto?

La pregunta que mantiene en vilo a la comunidad arqueológica es: ¿qué representa exactamente este hallazgo? Los investigadores tienen una hipótesis fascinante. “Puede haber sido una entrada a la estructura más profunda”, escribieron en su paper. Esa estructura profunda suena sospechosamente a una tumba o cámara funeraria.

“Creemos que la continuidad entre la estructura superficial y la estructura profunda y grande es importante”, añadieron los científicos. “A partir de los resultados de la investigación, no podemos determinar el material que causa la anomalía, pero puede ser una gran estructura arqueológica subterránea”.

El descubrimiento abre la puerta a la posibilidad de que existan cámaras selladas, tesoros arqueológicos o información invaluable sobre la vida y muerte en el Antiguo Egipto, esperando pacientemente a ser revelados bajo las arenas del desierto. Por ahora, los arqueólogos continúan analizando los datos.