

Un día de febrero, sin saberlo, el diseñador gráfico Guo Qingshan desencadenó una oleada de emoción en redes sociales y una nueva ola de turismo en su ciudad natal, Yichang, China, todo gracias a un inesperado pero maravilloso descubrimiento.
Mientras revisaba las fotos de su excursión a orillas del río Yangtsé, notó algo insólito, se trataba de un verdader descubrimiento que sin saberlo, le cambió su vida y la de su ciudad, se trataba de una montaña con la forma exacta de la cabeza de un perro. "La postura del cachorro es como si estuviera bebiendo agua o mirando a un pez", dijo Guo, asombrado por el descubrimiento.
La formación rocosa, ubicada en el condado de Zigui, provincia de Hubei, pasó de ser una montaña común a un símbolo entrañable para millones. En cuestión de días, la imagen publicada en la red social RedNote acumuló más de 120.000 "me gusta" y nuevos turistas al lugar, indicó Euro News en su publicación.

¿Por qué nos emociona tanto ver un rostro en una montaña?
Desde las caras en Marte hasta figuras en las nubes, los humanos tenemos una tendencia natural a buscar formas familiares en lo desconocido: se llama pareidolia.
Pero cuando se trata de perros, esa conexión emocional se intensifica. "Fue tan mágico y bonito... Me emocioné y alegré mucho cuando lo descubrí", confesó Guo. Su foto no solo mostró una montaña; mostró compañía, ternura y protección.
Muchos usuarios comentaron que el cachorro rocoso parecía estar "cuidando el río Yangtsé". Visitantes llevaron a sus propios perros para comparar el parecido y sacarse fotos frente a la escultura natural.
"Acariciad la cabeza del cachorro y todo irá bien", publicó un visitante, reflejando cómo la figura se ha vuelto casi mística para algunos.

El nuevo santuario del turismo canino en China
Gracias a esta viralización inesperada, Zigui ha visto un aumento en la llegada de turistas, particularmente dueños de perros, que quieren vivir de cerca esta curiosidad natural.
Una plataforma de observación permite ver claramente el perfil del perro desde un ángulo preciso. "Siempre viajo con mi perro si es posible, así que la montaña del cachorro y mi propio perrito coincidieron", dijo Yang Yang, quien condujo una hora y media con su caniche gris para visitar el lugar.
Curiosamente, muchas personas que ya habían visitado la zona antes no se habían dado cuenta del parecido, porque siempre estuvo ahí. "Después de ver la foto de la montaña del cachorro en Internet, me di cuenta de que ya había estado antes en este lugar", reconoció Shi Tong, quien había tomado una imagen similar en 2021.















