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La filósofa y escritora norteamericana Agnes Callard, especializada en filosofía antigua y ética, reveló en su nuevo libro, "Sócrates Abierto: El Caso de una Vida Filosófica", una de las preguntas que el hombre más sabio que ha podido conocer la humanidad se hizo hace unos 24 siglos. Callard, profesora asociada de la Universidad de Chicago, muestra cómo una sencilla pregunta hizo, hace y hará la diferencia entre una vida feliz y una vida infeliz.

No se trata de cambiar al mundo, sino de cambiarse a uno mismo: entre las muchas enseñanzas que dejó Sócrates, hay una que Callard rescata con especial fuerza: "La verdadera transformación no empieza en los demás, sino en uno mismo", en línea con este pensamiento filosófico, la pregunta que Sócrates se hizo y que puede cambiarte la vida es simple pero poderosa: "¿Cómo puedo solucionarme a mí mismo?", entendiendo así que la solución no está en el exterior sino en el interior de cada uno.

En lugar de enfocarse en corregir al otro, una tentación muy común en tiempos de redes sociales, discusiones políticas y agendas morales, en un contexto actual, Sócrates propone mirar hacia adentro. Como resume Callard en su publicación referenciada por la Universidad de Chicago:

"El verdadero problema no son los demás, sino tú. En lugar de preguntarte: ‘¿Cómo puedo solucionarlos?', pregúntate: ‘¿Cómo puedo solucionarme a mí mismo?'" (Universidad de Chicago, 2024).

La filosofía para el día a día: no es teoría, es práctica

A diferencia de lo que muchos creen, la filosofía no es un ejercicio abstracto reservado para las aulas. En la visión socrática que defiende Callard, se trata de vivir con preguntas, no con respuestas definitivas. Y eso no requiere un doctorado o estudios complejos, sino disposición a mirar la propia vida con honestidad.

"El verdadero desafío no es cómo equilibrar la filosofía con la vida cotidiana, sino cómo darles cabida", escribe Agnes Callard. Para ella, las mejores conversaciones no vienen de un guion, sino de prestar atención a lo que ya está en juego en nuestras charlas diarias: "decisiones, juicios, omisiones. Todo eso es filosofía, si lo sabemos mirar", remarca.

Una pregunta que incomoda, pero transforma la vida

La vida socrática no es cómoda ¿alguien opina lo contrario?, tampoco busca evitar el conflicto, sino atravesarlo con preguntas sinceras. Por eso Callard advierte: "vivir de forma filosófica es aceptar que siempre estamos en proceso, que nunca terminamos de entendernos del todo, pero que el solo hecho de intentarlo ya vale la pena".

"Si alguien me muestra que estoy equivocada, es una mejora", dice con naturalidad. Y agrega que incluso en el aula, los estudiantes perciben cuándo una pregunta surge de una verdadera curiosidad. Porque eso, al final, es lo que enseñó Sócrates: no se trata de tener razón, sino de estar abiertos a aprender.

Entonces, una vida feliz no es la que lo tiene todo resuelto, sino la que no deja de preguntarse quién quiere ser. Y esa pregunta, la que se hizo Sócrates en el siglo V a.C., sigue viva hoy en el año 2025, en cada uno que decide mirar hacia adentro y comenzar por ahí para tener una vida más feliz y tranquila.