Aunque el SAT presume cifras récord en la recepción de Declaraciones Anuales, varios contribuyentes han manifestado su frustración ante la lentitud con la que se están procesando sus devoluciones.
A pesar de haber cumplido con sus obligaciones fiscales en tiempo y forma, muchas personas siguen sin recibir el reembolso correspondiente a su saldo a favor por parte del SAT, lo que ha generado preocupación en un sector que suele utilizar ese ingreso adicional para cubrir gastos inmediatos.
Devolución anual: crecen las solicitudes, pero también los retrasos
Durante la campaña de declaraciones de personas físicas para el ejercicio fiscal 2024, el SAT reportó la recepción de 11 millones 440 mil 243 declaraciones, lo que representa un incremento del siete por ciento con respecto al año anterior. De ese total, al menos 7.9 millones de contribuyentes solicitaron devolución por saldo a favor del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Aunque hasta ahora se han devuelto 35 mil 335 millones de pesos -un cinco por ciento más que en 2023-, el tiempo de espera ha sido mayor para muchos. En años anteriores, algunos contribuyentes obtenían su devolución en uno o dos días, pero este año las quejas por demoras van en aumento.
Plazo legal y razones detrás del retraso en las devoluciones
De acuerdo con la legislación fiscal vigente en México, el SAT cuenta con un plazo máximo de 40 días hábiles para procesar y devolver el saldo a favor una vez que se presenta la Declaración Anual. Si el trámite no se realiza en este periodo, los contribuyentes pueden hacer un seguimiento a través del portal, aunque muchas veces la información no refleja con claridad el estado real del proceso.
Además, el SAT señala que los contribuyentes tienen hasta cinco años para solicitar esta devolución. Si no lo hacen dentro de ese tiempo, el recurso se pierde y pasa al erario.
Entre los factores que podrían estar influyendo en los retrasos se encuentran el alto volumen de solicitudes, errores en el cruce de datos entre bancos, patrones y el propio SAT, así como ajustes en los procesos internos del organismo tributario. A pesar de los esfuerzos por digitalizar trámites y facilitar la autorización automática de devoluciones, cualquier inconsistencia puede frenar el proceso.