

En un contexto internacional de creciente tensiones políticas, comerciales y bélicas, China se ubica como una de las potencias con mayor capacidad para superar un enfrentamiento armado gracias su "diosa de la guerra", un vehículo aéreo no tripulado (UAV) capaz de revolucionar el combate.
La "diosa de la guerra", cuyo nombre técnico es Jiu Tian, fue desarrollada como un portadrones aéreo que representa un verdadero salto cualitativo en la defensa y plantea un desafío directo a las naciones rivales que observan con preocupación su avance y posible impacto en futuros conflictos, incluyendo una eventual Tercera Guerra Mundial.
El proyecto, que fue desarrollado por la Aviation Industry Corporation of China y es construido por Xi'an Chida Aircraft Parts Manufacturing tras ser presentado en 2024. Su vuelo inaugural fue anunciado para fin de junio.
Cuál es la potencia de la "diosa de la guerra", el arma más poderosa de China
Si bien todavía no ha comenzado su producción en serie, su avance refleja la apuesta estratégica de China por la guerra no tripulada y la inteligencia artificial aplicada a operaciones militares. Su diseño modular le permite asumir múltiples roles, desde transporte seguro y defensa de fronteras hasta operaciones de rescate o interferencia electrónica.

Lo más innovador y temible en el Jiu Tian es su capacidad para desplegar enjambres de hasta 100 dronesen simultáneo desde compartimientos ventrales intercambiables. Su diseño sofisticado de gran tamaño está pensado de manera estratégica como nave nodriza aérea capaz de transportar hasta seis toneladas de municiones y drones más pequeños.
Su envergadura alcanza los 25 metros y su peso máximo al despegue es de 16 toneladas. Propulsado por un motor a reacción ubicado sobre el fuselaje, puede operar a altitudes de hasta 15,000 metros y recorrer distancias superiores a los 7,000 kilómetros, lo que le permite superar sistemas de defensa aérea de alcance medio y mantener una ventaja táctica significativa.
Estos drones, coordinados y operando en conjunto, pueden saturar y abrumar los sistemas antiaéreos enemigos, lo que dificulta su neutralización y aumenta la efectividad de ataques ofensivos o misiones de reconocimiento. Esta capacidad de saturación aérea convierte al Jiu Tian en una plataforma de comando autónoma que puede cambiar radicalmente la dinámica del campo de batalla moderno.














