

Los yihadistas del Estado Islámico (EI) ejecutaron a un segundo periodista estadounidense y divulgaron ayer un video en que aparece un encapuchado que habla con acento británico antes de cortar la garganta de su víctima.
En la imagen el reportero Steven Sotloff, de 31 años, habla a la cámara para decir que es una víctima de la decisión adoptada por el presidente estadounidense, Barack Obama, de realizar ataques contra los yihadistas.
El combatiente encapuchado denunció los ataques aéreos ordenados por Obama contra el Estado Islámico -un grupo yihadista sunita que opera en Irak y Siria- antes de proceder con la ejecución.
Al final del video de unos cinco minutos de duración, el encapuchado presentó a otro cautivo ante la cámara. En subtítulos, es identificado como un ciudadano británico que recibe amenazas de ejecución.
He vuelto, Obama, y he vuelto por tu arrogante política externa hacia el Estado Islámico, dice el militante enmascarado hablando con lo que suena como acento típico de Londres.
La portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, informó el martes que el gobierno trabaja para confirmar la autenticidad del último video y señaló que estaban asqueados por las imágenes recibidas. El primer ministro británico, David Cameron, también describió el acto como absolutamente asqueroso y despreciable.
Se trata de un video casi idéntico al que el mismo grupo divulgó el pasado mes y que mostraba la ejecución del periodista estadounidense James Foley, de 40 años, en respuesta a los ataques ordenados por Obama.
En el terreno, las fuerzas iraquíes hicieron progresos en su combate contra los yihadistas que pasaron a controlar parte del norte de Irak.
Después de romper un asedio de varios meses a la ciudad chiíta de Amerli (noreste), tropas oficiales también recuperaron el control de una parte de la ruta que conecta Bagdad al norte.
Amnistía Internacional denunció en un informe publicado ayer una campaña sistemática de limpieza étnica lanzada por el EI para eliminar cualquier rastro de los no árabes y musulmanes no sunitas, en Irak.
La organización asegura tener pruebas de que en agosto se produjeron muchos asesinatos en masa en la región de Sinjar, donde vivían numerosos yazidíes, una minoría kurdoparlante no musulmana.













