El director del Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, afirmó hoy que este tipo de terremotos, como el que ocurrió anoche en el vecino país de una intensidad de 8.3 en la escala de Richter, no ocurre habitualmente, aunque sí se registran movimientos más leves.
“Lo que sucede es que la placa (tectónica) de Nazca, que es una placa de varios miles de kilómetros, está penetrando por debajo de la (placa) sudamericana y eso lo hace prácticamente a lo largo de toda la costa chilena, a una razón de unos 7 cm cada año”, explicó Barrientos en el programa de Ernesto Tenembaum, en Radio con Vos.
“Sin embargo, donde la placa penetra por debajo de la sudamericana no hay un movimiento suave, sino que se atasca y al atascarse no permite que se deslice y se empieza a acumular esta energía”, que luego provoca el terremoto, agregó.
Según el científico, “la Isla de Pascua, que está a unos varios miles de kilómetros hacia el oeste de la costa de Chile, está acercándose a Buenos Aires a razón de 7 cm por año y eso lo hace a de forma constante. Sin embargo, en el contacto entre las placas, que está muy cerca de la costa de Chile, eso lo hace durante los terremotos”.
“Esta abnegación de 7 cm cada año no lo hace regularmente sino que lo hace en saltos y esos saltos van a ocurrir dentro de los 100 años y en esos años se acumulan 7 metros. Esos metros de desplazamiento son los que ocurren simultáneamente en un sólo lugar”, añadió.
Por eso, aseguró que “este tipo de terremoto no ocurre habitualmente en Chile”, sino que tienen lugar “dentro de los 100 años”, aunque afirmó que sí se registran movimientos más leves.
Barrientos agregó que “hasta ahora no hay una metodología que permita un pronóstico o la previsión de terremotos. Algunos terremotos presentan fenómenos precursores, pero no siempre se da el salto”, en referencia al sismo.
“La gente que vive en Chile está consciente de que vive en una zona sísmica, y que son habituales los terremotos que pueden causar daños. Hemos aprendido a convivir con estos terremotos y con los cuidados necesarios, como simulacros y sistemas de alerta es posible disminuir la vulnerabilidad de la sociedad ante este fenómeno”, dijo optimista.