La primera ministra británica, Theresa May, logró el apoyo del Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte y así logró el aval necesario para sostenerse en el gobierno.

Como contraprestación del respaldo recibido, el gobierno anunció que enviará a esa región la cifra equivalente a u$s 1200 millones extra durante los próximos dos años.

El acuerdo desató la indignación de los líderes regionales de Escocia y Gales que dicen que no reciben nada mientras Irlanda del Norte se lleva todo el dinero y de los rivales del DUP en la provincia británica, que afirman que viola el acuerdo de paz de 1998 y que amenaza su esquema de gobierno compartido.