

En medio de la tensión social que no da tregua, con las calles caraqueñas prácticamente colapsadas por las protestas opositoras que no ceden, Venezuela se prepara para afrontar hoy otra jornada agitada, luego de que tanto el gobierno de Nicolás Maduro como la oposición convocaran a sus militantes a movilizarse para dar, respectivamente, una demostración de fuerza en medio de la pulseada ya casi crónica por la que atraviesa el país caribeño. A eso se sumó ayer la expulsión ordenada por Maduro a tres diplomáticos estadounidenses, a quienes acusa de fogonoear las marchas opositoras para derrocarlo y un comunicado de Unasur, que expresó su enérgico rechazo a los recientes actos de violencia.
En el caso de la oposición venezolana, la protesta convocada para hoy fue lanzada por Leopoldo López (ver aparte), quien se mantiene oculto después que el gobierno ordenara su arresto . El gobierno desafió la convocatoria llamando a sus seguidores a congregarse en una céntrica plaza en medio del trayecto de los opositores.
El Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar que esto salga bien, dijo Carlos Vecchio, miembro del partido Voluntad Popular de López. Poco después de sus declaraciones, un escuadrón de la policía militar allanó violentamente la sede del partido buscando a Vecchio.
Los choques entre chavistas y opositores han dejado en la última semana cientos de heridos. López dijo que al final de la manifestación de hoy se entregaría a la Justicia, que lo busca por cargos de homicidio y terrorismo.
Los disturbios en Venezuela generaron inquietud en el continente, tanto de aliados de Venezuela como de su rival ideológico, Estados Unidos. El Departamento de Estado estadounidense dijo estar preocupado por la tensión que reina en las protestas y rechazó la acusación del gobierno de conspirar con la oposición para derrocarlo.
Maduro echó a tres funcionarios de la embajada estadounidense y les dio 48 horas para que abandonen Caracas.
Los manifestantes la mayoría universitarios siguen firmes en las calles y aseguran que no se irán a casa hasta que Maduro renuncie.
Las protestas son la última pulseada entre el presidente y la oposición, que se queja de la alta inflación que cerró el año en 56%, la escasez de productos básicos y la inseguridad.
Maduro sospecha que las manifestaciones buscan reeditar el breve golpe de Estado que su mentor Chávez sufrió en el 2002. Pero la oposición asegura que lo que busca es un referendo revocatorio de su mandato..
Declaración de Unasur
En un comunicado divulgado ayer, los estados miembros de la Unasur expresaron su enérgico rechazo a los recientes actos de violencia en Venezuela, expresaron sus condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas en ese país, formularon un llamado a la paz y reafirmaron su compromiso con la preservación de la institucionalidad y los principios democráticos. En el mismo sentido se expresó la Celac.
El canciller Héctor Timerman se comunicó ayer con su par venezolano Elías Jaua, para interiorizarse de la situación actual de ese país y le ratificó el total apoyo de la Argentina a Maduro.
Timerman señaló que en el diálogo le expresó que cualquier intento de desestabilización a un gobierno democrático de la región lo vemos como un ataque a nosotros mismos porque no quieren que sigamos viviendo en democracia.













