El Producto Bruto Interno (PBI ) de la eurozona creció sólo 0,2% en el segundo trimestre de 2019, ante la pérdida de impulso de las economías de todo el bloque -especialmente la alemana- que se contrajo por la desaceleración mundial provocada por la guerra comercial que protagonizan Estados Unidos y China, y la incertidumbre sobre el Brexit.

El crecimiento del PBI de 0,2% en el conjunto de los 19 países de la zona euro supone una ralentización desde el crecimiento del 0,4% de los tres primeros meses del año, indicó hoy Eurostat. Estos datos provisionales del PBI, que incluyen también un crecimiento interanual del 1,1%, coinciden con las previsiones de los economistas.

Asesor del Mecanismo de Estabilidad Europea, Jeroen Dijsselbloem

La producción industrial de la zona euro cayó un 1,6% en junio con respecto al mes anterior y un 2,6% con respecto al mismo mes de 2018. Los economistas habían pronosticado caídas del 1,4% intermensual y del 1,2% interanual.

Además, la desaceleración global se vio reforzada por una expansión de la producción industrial china a sus tasas más bajas en 17 años en julio, lo cual también impactó ampliamente en la zona euro.

¿Y qué pasa con la locomotora alemana?

Mientras que en Alemania, la mayor economía de Europa, en el segundo trimestre la economía se contrajo un 0,1%, arrastrada por el derrumbe de las exportaciones y la producción industrial, sus dos grandes pilares, y con escasas perspectivas de una recuperación pronta. Es el segundo trimestre (no consecutivo) en 12 meses en el que Alemania decrece.

El ministro de Economía, Peter Altmaier, dijo que es necesario actuar para evitar un segundo trimestre consecutivo de contracción, que llevaría al país a la recesión.

"Estamos en una fase de debilidad económica, pero no estamos aún en recesión. Podemos evitarlo si adoptamos las medidas correctas", dijo Altmaier al diario Bild. Explicó también que es poco probable que el impulso provenga del sector industrial, cuya asociación BDI pide al gobierno que reactive el crecimiento.

Diversos sectores presionan al gobierno de Angela Merkel para que aplique medidas de estímulo a través de reformas fiscales. Los industriales proponen que se deshaga de su regla de equilibrio presupuestario y que financie más inversiones públicas a través de la emisión de nueva deuda.

"El sector exterior frenó la evolución del crecimiento económico, porque las exportaciones retrocedieron más que las importaciones frente al trimestre anterior", explicó la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

"El dato del PBI de hoy marca definitivamente el final de una década dorada para la economía alemana", dijo Carsten Brzeski, analista de ING. "Los conflictos comerciales, la incertidumbre global y el atribulado sector automotor la han puesto finalmente (...) de rodillas".

En términos ajustados al calendario, la tasa de crecimiento anual se desaceleró al 0,4% en el segundo trimestre desde el 0,9% del primero, según la Oficina Federal de Estadísticas. Para 2019 en su conjunto, Berlín espera que el crecimiento caiga hasta un magro 0,5% frente al 1,5% del año previo.