La invasión de Rusia a Ucrania cumple este jueves su día 15. Las tropas de Putin continúan su avanzada. Se registran combates en Kiev, crecen las víctimas fatales en Mariúpol por los bombardeos y el presidente ucraniano, Volodómir Zelenski, denuncia que Moscú cometió un crimen de guerra.
Al mismo tiempo que la escalada bélica sigue avanzando, analistas internacionales creen que Putin ya mira a Moldavia como posible nuevo paso en su estrategia militar.
El canciller europeo, el hispano-argentinoJosep Borrell, y el comisario de Ampliación, el húngaro Oliver Varhelyi, viajaron a Moldavia después de que su presidenta, Maia Sandu, y su primera ministra, NataliaGavrilita, habían pedido ayuda a la Unión Europea.
Por su parte, el ministro de Exteriores moldavo, Nicu Popescu, condenó el ataque ruso a Ucrania pero no unió a su país a las sanciones europeas. Hasta ahora el país ha recibido más de 100.000 refugiados ucranianos.
MOLDAVIA TEME SER EL PRÓXIMO OBJETIVO MILITAR DE PUTIN: CONTEXTO HISTÓRICO
Moldavia está ubicada en Europa Oriental, situado entre Rumania al oeste y Ucrania al norte, este y sur. Se encuentra entre los países más pequeños y es un caso único en Europa: no pertenece a la Unión Europea ni forma parte de la OTAN. Sin embargo, tiene acuerdos firmados con Bruselas en el marco del Partenariado Oriental.
Su proximidad cultural, histórica y lingüística con Rumanía hace que muchos moldavos tengan pasaporte rumano y por lo tanto puedan moverse por Europa. En las estadísticas migratorias aparecen como rumanos aunque algunos nunca vivieron en Rumanía, sino que tienen el pasaporte por sus ancestros que sí vivieron.
El territorio actual de Moldavia controlada por su Gobierno, con sede en Chisinau, fue parte del Imperio Otomano desde el siglo XIV hasta 1812, cuando los otomanos la cedieron al Imperio ruso durante las guerras napoleónicas. En 1917 se convirtió en una república soviética. En 1918, con los soviéticos perdiendo territorios durante la Primera Guerra Mundial, se declara independiente y acto seguido se une a Rumanía.
No obstante, debido al pacto de 1940 entre Hitler y Stalin, se la devuelven a la URSS. Stalin lanzó un ultimátum a Rumania para que le cediera el territorio. Los rumanos, aprovechando la invasión nazi de la Unión Soviética tomaron de nuevo Moldavia entre 1941 y 1944, cuando fueron expulsados por las tropas soviéticas en su avance hacia el oeste.
Luego del desmoronamiento de la URSS, se independizó en agosto de 1991, pero Rusia no salió del país. La presencia de una importante minoría rusa (calculada en un tercio de la población) llevó al Kremlin a mantener una importante presencia militar.
En 1992 esas tropas, en una breve guerra (de marzo a julio de 1992, 3.500 muertos), separaron de facto Transnistria del resto de Moldavia.
El país intenta desde entonces mantener una neutralidad exterior que le permita evitar conflictos. De hecho está mucho más conectado a la Unión Europea que a Ucrania y Rusia, comercial y económicamente.
RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON RUSIA
Moldavia depende 100% de Rusia para su suministro de gas; es por eso que -evitando cortar el vínculo con Moscú- se ha ido acercando a Bruselas y firmó un Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea en 2009 y un Acuerdo de Asociación (lo más avanzada que puede ser una relación con la Unión Europea para países que no son candidatos a la adhesión) en 2016.
El país nunca firmó la paz con Rusia porque no acepta ceder la Transnistria y su Constitución establece que en política exterior es neutral, una referencia a que no se unirá a la OTAN y que tranquiliza a Rusia.
Según informa el diario Clarín,el viaje de Borrell debe servir para que los dirigentes rumanos sientan que Europa está vigilando la situación, pero el XVI Ejército ruso es el dueño y señor de la situación porque el Ejército moldavo no podría hacerle frente.
Casi medio millón de moldavos viven en Transnistria, un territorio que ningún país del mundo reconoce como independiente. Ni siquiera Rusia, que incluso lo trata como si fuera propio. Hubo intentos de cerrar el conflicto, liderados por la OSCE y con la participación de Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea, Ucrania, Moldavia y las autoridades de Transnistria. Nunca se concretó.